With six and a half years left to fulfill the 2030 Agenda of the United Nations (UN), El Salvador is still far from achieving enrollment goals in initial, intermediate, and higher education, a report presented yesterday by the Salvadoran Network for the Right to Education (Resalde) reveals.
Almost eight years ago, in September 2015, the UN countries approved the 2030 Agenda to continue the Millennium Goals (MDGs). In this new effort, 17 Sustainable Development Goals (SDGs) were outlined, including economy, environment, democracy, and other areas, including education.
Resalde evaluated the progress and challenges of El Salvador in fulfilling SDG 4, which is “Ensuring inclusive, equitable, and quality education and promoting lifelong learning opportunities for all.”
Of all the indicators included in this goal, the most significant lags towards the 2030 target are in net enrollment for initial, higher, and intermediate education, in that order.
2015 when the 2030 Agenda was adopted, the net enrollment rate was 2.1%; by 2021, a median value of 5.2% was reached, but the goal is to reach 100% by 2030. This means the gap that must be closed in the next six and a half years is 94.8 percentage points.
Similarly, the SDGs found El Salvador with a net enrollment rate in higher education of 11.7%. Still, by 2021 it barely advanced to a median value of 12%, so increasing coverage by 88 points is necessary to achieve the 100% goal.
Meanwhile, intermediate education’s net enrollment rate went from 37.9% to 40.3% between 2015 and 2021, implying a gap of 59.7 points to close by 2030.
Speaking to LA PRENSA GRÁFICA, the director of the Institute of Technology, Science and Innovation (ICTI) at the Francisco Gavidia University (UFG), Óscar Picardo, noted that the report shows “an education system that is not advancing to meet the challenges of the SDGs and I think there are many problems. If there are any advances, they are very small in relation to the education system’s challenges.”
In the study, the enrollment indicators were marked with a green circle, indicating a trend of progress, except for preschool education, which was marked with red, indicating no improvement. Indeed, the net enrollment rate in preschool education fell between 2015 and 2021, going from 57.5% to 47.8%. According to Picardo, progress is “quite limited” to classify it as advancing in education because “(low enrollment) is particularly one of the most serious problems,” the expert said.
Official data from the Ministry of Education (MINED) warn that between 2015 the SDGs were drawn up, and in 2022, the non-schooled population averaged 861,443 people per year. That is, children and adolescents from 0 to 18 years old who were not enrolled in any educational center. This data is part of the information that MINED removed from its website on June 12 after LA PRENSA GRÁFICA published several notes quoting these statistics.
Although there are no updated statistics on enrollments in recent years, Picardo noted, “We do know that there is a significant decrease and that the general educational lag remains a phenomenon that is hindering the development of children and youth.” Additionally, he pointed out that “little or nothing” is being done to introduce policies to address school dropout.
“The question is, what programs are there to curb school dropout in the third cycle? Or what programs are there to strengthen preschool or nursery education? It is not known, or it is not known, that some policies or programs are tackling this problem,” the expert pointed out.
Consultant Nohemí Rubio, who participated in the presentation of the Resalde study, said that among the main factors of school dropout they have identified is teenage pregnancy in the case of girls and adolescents, while in boys and young men, it is because they become parents.
Miguel Dueñas, a member of Resalde, indicated that currently, “there are schools that say they have become overcrowded” after the COVID-19 pandemic, which forced the implementation of distance learning. However, between 2022 and 2023, the issue of dropout “has remained,” he emphasized.
He also assured that it is necessary to improve investment in education as a percentage of Gross Domestic Product (GDP) to impact children’s educational quality and ensure that the budget reaches areas where it generally does not.
El Salvador, rezagado en metas educativas de la Agenda 2030
A seis años y medio de que concluya el plazo para cumplir la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), El Salvador aún está lejos de lograr las metas de matrícula en educación inicial, media y superior, revela un informe presentado ayer por la Red Salvadoreña por el Derecho a la Educación (Resalde).
Hace casi ocho años, en septiembre de 2015, los países de la ONU aprobaron la Agenda 2030 para dar continuidad a los Objetivos del Milenio (ODM). En ese nuevo esfuerzo se trazaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que incluyen economía, medioambiente, democracia y otras áreas, entre ellas educación.
La Resalde evaluó los avances y desafíos de El Salvador en el cumplimiento del ODS 4, que es “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.
De todos los indicadores incluidos en este objetivo, los mayores rezagos respecto a la meta trazada para 2030 se encuentran en la matrícula neta de educación inicial, educación superior y educación media, en ese orden.
En 2015, cuando fue adoptada la Agenda 2030, la tasa neta de matrícula fue 2.1 %; para 2021 se alcanzó un valor medio de 5.2 %, pero la meta es llegar al 100 % en 2030. Esto significa que la brecha que debe cerrarse en los próximos seis años y medio es de 94.8 puntos porcentuales.
De manera similar, los ODS encontraron a El Salvador con una tasa neta de matrícula en educación superior de 11.7 %, pero para 2021 apenas avanzó a un valor medio de 12 %, por lo que faltan aumentar la cobertura en 88 puntos para lograr el 100 % de meta.
Mientras tanto, en educación media la tasa neta de matrícula pasó de 37.9 % a 40.3 % entre 2015 y 2021, lo que implica cerrar una brecha de 59.7 puntos hacia 2030.
Consultado por LA PRENSA GRÁFICA, el director del Instituto de Tecnología, Ciencia e Innovación (ICTI) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), Óscar Picardo, valoró que el informe evidencia “un sistema educativo que no está avanzando para cumplir los desafíos de los ODS y creo que hay muchos problemas. Si es que hay avances, son muy pequeños en función de los desafíos que tiene el sistema educativo”.
En el estudio, los indicadores de las matrículas fueron señalados con un círculo verde, que significan que hay una tendencia de avance, excepto el de educación parvularia, que señalaron con rojo, indicando que no hay mejoría. Y es que la tasa neta de matrícula en educación parvularia retrocedió entre 2015 y 2021, pasando de 57.5 % a 47.8 %. A juicio de Picardo, el avance es “bastante limitado” como para catalogar que se está avanzando en el tema educativo, porque “(la baja matrícula) particularmente es uno de los problemas más serios”, dijo el experto.
Datos oficiales del Ministerio de Educación (MINED) advierten que entre 2015 -cuando fueron trazados los ODS- y 2022, la población no escolarizada promedió 861,443 personas al año. Es decir, niñez y adolescencia de 0 a 18 años que no estaban inscritos en ningún centro educativo. Estos datos son parte de la información que el MINED deshabilitó de su sitio web el 12 de junio, después de que LA PRENSA GRÁFICA publicara varias notas retomando estas estadísticas.
Picardo valoró que, aunque actualmente no hay estadísticas actualizadas sobre las matrículas en los últimos años, “sí sabemos que hay una baja importante y que el rezago educativo general se mantiene como un fenómeno que está entrampando el desarrollo de la niñez y de la juventud”. Además, señaló que “poco o nada” se está haciendo por introducir políticas que resuelvan la deserción escolar.
“La pregunta es ¿Qué programas hay para frenar la deserción escolar en tercer ciclo? o ¿Qué programas hay para fortalecer la educación preescolar o parvularia? No se sabe o no se conoce que haya políticas o programas que estén atacando este problema”, apuntó el experto.
La consultora Nohemí Rubio, quien participó de la presentación del estudio de la Resalde, aseguró que entre los principales factores de deserción escolar que han identificado está el embarazo adolescente en el caso de las niñas y adolescentes, mientras que en los niños y jóvenes es porque se convierten en padres.
Miguel Dueñas, miembro de la Resalde, indicó que actualmente “hay centros escolares que dicen que se han abarrotado” después de la pandemia por covid-19, que obligó a implementar clases a distancia. No obstante, entre 2022 y 2023, el tema de deserción “se ha mantenido”, subrayó.
También aseguró que se requiere mejorar la inversión en educación como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) para impactar en la calidad educativa de la niñez y que el presupuesto llegue a las zonas donde generalmente no lo hace.