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President Andrés Manuel López Obrador distanced himself this morning from repressive policies to tackle insecurity, such as the one imposed in El Salvador by President Nayib Bukele. The president has criticized these harsh measures, defended his strategy to confront crime in Mexico, and stated that, by “humanist conviction,” he will not establish a policy based on coercive actions. “There are those who maintain that the most effective thing is a firm hand, stricter laws, prisons, not to mention authoritarianism, and, they do not respect freedoms, human rights,” the Mexican president criticized.

López Obrador reacted in this way to a question posed by reporters during his morning conference this Monday, who questioned the president about the possibility of imposing stricter measures in Mexico to face the crime and organized crime in a country where since 2018, authorities counted every year more than 35,000 intentional homicides, a rate of 28 per every 100,000 inhabitants. The president has reaffirmed his security policy that he has called “hugs, not bullets” and said that his Administration would focus on combating the causes of this violence: inequality, poverty, and lack of opportunities for younger populations. “We are going to continue with our strategy; it has not been easy because the people were abandoned, the young were abandoned, and corruption prevailed in everything related to security,” the president stated.

The Mexican president has said that he will keep a distance from repressive actions to tackle crimes and has reaffirmed that his strategy focuses on addressing the causes of insecurity and violence. “We subscribe to that line of thought; that’s why I’ve said hugs, not bullets. And those who think otherwise even mock it, but I am convinced that humans are naturally not bad. So for us, the most important thing is to address the causes, the origins of the problem, that there is no lack of jobs, that the salary is enough, that people’s welfare is guaranteed, that the young are taken care of, that there is no corruption in the administration of justice, in ensuring public security, all this is what will help to face the problem of insecurity and violence,” López Obrador explained.

Salvadoran President Bukele has imposed a state of exception for a year, limiting citizens’ rights. Since he began his controversial war against the maras, the authorities have arrested over 68,000 people accused of being part of these groups. This security strategy has been criticized by human rights organizations that have warned of violations of detainees’ rights. A Human Rights Watch (HRW) report has denounced “large-scale abuses” in the country’s prisons under the state of exception decreed since March 2022, including extreme overcrowding, due process violations, lack of guarantees, mass arrests, and deaths in custody.

López Obrador has been careful in directly criticizing Bukele this Monday but has spoken out against this type of repressive measures to confront violence. “Each one has their way of dealing with problems according to their circumstances. Each country has its history, and we have to face different problems than those in El Salvador, just as they also face problems different from ours. Experiences cannot be extrapolated; they cannot be imported or exported when it comes to certain issues like security,” the president explained.

El País: https://elpais.com/mexico/2023-05-29/lopez-obrador-critica-la-politica-de-mano-dura-en-seguridad-de-bukele-en-el-salvador-hay-autoritarismo-y-no-respetan-las-libertades.html

López Obrador critica la política de mano dura en seguridad de Bukele en El Salvador: “Hay autoritarismo y no respetan las libertades”

El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha distanciado esta mañana de políticas represivas para enfrentar la inseguridad, como la impuesta en El Salvador por el presidente Nayib Bukele. El mandatario ha criticado estas medidas de mano dura, ha defendido su estrategia para enfrentar la delincuencia en México y ha afirmado que por “convicción humanista” no instaurará una política basada en acciones coercitivas. “Hay quienes sostienen que lo más eficaz es la mano dura, leyes más severas, cárceles, por no hablar de autoritarismo, y en los hechos no respetar las libertades, los derechos humanos”, ha criticado el presidente mexicano.

López Obrador ha reaccionado de esta manera a una pregunta hecha por reporteros durante su conferencia matutina de este lunes, quienes han cuestionado al presidente sobre la posibilidad de imponer en México medidas más severas para enfrentar la delincuencia y el crimen organizado, en un país donde desde 2018 las autoridades cuentan cada año más de 35.000 homicidios dolosos, una tasa de 28 por cada 100.000 habitantes. El presidente ha reafirmado su política de seguridad que él mismo ha llamado de “abrazos y no balazos” y ha dicho que su Administración se centrará en combatir las causas de esa violencia: la desigualdad, la pobreza y la falta de oportunidades para las poblaciones más jóvenes. “Vamos a seguir con nuestra estrategia, no ha sido fácil porque se abandonó al pueblo, se abandonó a los jóvenes y prevaleció la corrupción en todo lo relacionado con la seguridad”, ha afirmado el presidente.

El mandatario mexicano ha dicho que mantendrá la distancia con acciones represivas para hacer frente a los delitos y ha reafirmado que su estrategia está centrada en atender las causa que originan la inseguridad y la violencia. “En esa corriente de pensamiento nos inscribimos, por eso he dicho abrazos, no balazos. Y quienes piensan de otra manea hasta se burlan, pero yo estoy convencido de que el ser humano no es malo por naturaleza. De modo que para nosotros lo más importante es atender las causas, los orígenes del problema, el que no falte el trabajo, que el salario alcance, que se garantice el bienestar de la gente, que se atienda a los jóvenes, que no haya corrupción en la administración de justicia, en garantizar la seguridad pública, todo eso es lo que va a ayudar a enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia”, ha explicado López Obrador.

El presidente salvadoreño Bukele ha impuesto desde hace un año régimen de excepción que ha limitado los derechos de la ciudadanía. Desde que inició su controvertida guerra contra las maras, las autoridades han capturado a más de 68.000 personas acusadas de formar parte de estas agrupaciones. Esta estrategia de seguridad ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos que han advertido de violaciones a las garantías de los detenidos. Un informe de Human Rights Watch (HRW) ha denunciado “abusos a gran escala” en los centros penitenciarios del país centroamericano bajo el régimen de excepción decretado desde marzo de 2022, que incluye hacinamiento extremo, violaciones del debido proceso, falta de garantías, detenciones masivas y muertes bajo custodia.

López Obrador ha sido cuidadoso en criticar directamente a Bukele este lunes, pero sí se ha pronunciado contra este tipo de medidas represivas para hacer frente a la violencia. “Cada quien tiene su manera de atender los problemas de acuerdo a sus circunstancias. Cada país tiene su propia historia, nosotros tenemos que enfrentar otros problemas distintos a los de El Salvador, como ellos también están enfrentando problemas distintos a los nuestros. No se pueden extrapolar experiencias, no se pueden importar o exportar experiencias en cuanto a ciertos asuntos como es el caso de la seguridad”, ha explicado el presidente.

El País: https://elpais.com/mexico/2023-05-29/lopez-obrador-critica-la-politica-de-mano-dura-en-seguridad-de-bukele-en-el-salvador-hay-autoritarismo-y-no-respetan-las-libertades.html