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The United Nations demanded answers from the Government of El Salvador regarding an alleged “arbitrary detention against five environmental defenders” from the Santa Marta community in Victoria, Cabañas department.

The letter, dated March 8, was sent two days after a court denied granting alternative measures to detention against the five community leaders who were arrested on January 13. According to the defense of the accused, some suffer from diseases due to their advanced age and require medical attention.

Miguel Ángel Gámez, Alejandro Laínez García, Pedro Antonio Rivas Laínez, Antonio Pacheco, and Saúl Agustín Rivas Ortega are accused by the State of having participated in the murder of a woman in the Santa Marta community in August 1989, as well as crimes of illicit association and deprivation of liberty.

In the country, the case has been characterized by human rights organizations as a “political persecution” due to the profile of the accused.

In fact, in the letter, the Special Rapporteur on the situation of human rights defenders; the Working Group on Arbitrary Detention; the Special Rapporteur on the issue of human rights obligations related to the enjoyment of a risk-free, clean, healthy, and sustainable environment; and the Special Rapporteur on the human rights to safe drinking water and sanitation, certify that the detainees are “human rights defenders.”

For the UN they were part of “the successful movement to protect the country’s water sources from the negative impacts of metallic mining, which convinced the Legislative Assembly of El Salvador to pass the Metal Mining Prohibition Law in 2017 unanimously”.

Proof of respect for human rights

The UN asks the State to clarify whether it is true that they have been denied access to health care, contact with their families, and the exchange of information with their defense team during the process.

In response to the United Nations, sent on May 6 —two days before the 60-day deadline set by the UN— the government of Nayib Bukele outlines the actions that the State has taken and assures that it has respected the human rights of the accused.

According to the government, the accused’s health has been safeguarded by admitting them to a center with health care conditions for elderly prisoners.

According to the Salvadoran response, this transfer occurred on March 9; that is, one day after receiving the letter in which the UN asked for case details.

The UN states that until March 8, they had information that the detainees were isolated in a delegation without comprehensive care and contact with their defenders. In other words, they would have been in those conditions for two months after the capture.

According to the Government, they have also “guaranteed the right to technical defense of the accused, insofar as they have appointed defense lawyers of their choice, with whom they have communicated since the beginning of the proceedings to establish their defense strategy.” Dennis Muñoz, the lawyer for the accused, claims that the government’s allegations are false. “The proof is that I have been unable to see my defendants for two months. And we don’t know their health conditions,” he denounces.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/ONU-pide-a-Gobierno-de-El-Salvador-que-explique-las-detenciones-de-Santa-Marta-20230510-0071.html

ONU pide a Gobierno de El Salvador que explique las detenciones de Santa Marta

La Organización de las Naciones Unidas exigió respuestas al Gobierno de El Salvador ante una “supuesta detención arbitraria contra cinco defensores del medionambiente” de la comunidad Santa Marta en Victoria, departamento de Cabañas.

La misiva, fechada el 8 de marzo, fue enviada dos días después de que una Cámara negara el otorgamiento de medidas sustitutivas a la detención contra los cinco líderes de la comunidad detenidos el pasado 13 de enero. Según la defensa de los acusados, por su avanzada edad algunos padecen de enfermedades y requieren atención médica.

A Miguel Ángel Gámez, Alejandro Laínez García, Pedro Antonio Rivas Laínez, Antonio Pacheco y Saúl Agustín Rivas Ortega, el Estado los acusa de haber participado en el asesinato de una mujer en la comunidad de Santa Marta en agosto de 1989, así como de los crimines de asociación ilícita y de privación de libertad.

En el país, el caso ha sido calificado por organizaciones de derechos humanos como una “persecución política” debido al perfil que tienen los acusados.

De hecho, en la misiva, la Relatora Especial sobre la situación de los defensores de derechos humanos; el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria; el Relator Especial sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible; y el Relator Especial sobre los derechos humanos al agua potable y el saneamiento, certifican que los detenidos son personas “defensoras de los derechos humanos”.

Para la ONU, estos fueron parte “del exitoso movimiento para proteger las fuentes de agua del país de los impactos negativos de la minería metálica, que convenció a la Asamblea Legislativa de El Salvador de aprobar por unanimidad la Ley de Prohibición de Minería Metálica de metales en 2017”.

Pruebas de respeto a DD.HH.

La ONU pide al Estado que aclare si es cierto que durante el proceso se les ha restringido el acceso a la salud, al contacto con sus familiares y al intercambio de información con su equipo de defensores.

En respuesta a Naciones Unidas, enviada el 6 de mayo —dos días antes que venciera el plazo de 60 días otorgado por la ONU— el gobierno de Nayib Bukele relata las acciones que ha tomado el Estado y asegura que ha respetado los derechos humanos de los señalados.

Según el gobierno, se ha resguardado la salud de los acusados al ingresarlos a un centro con condiciones de atención en salud para reos adultos mayores.

Dicho traslado, según la respuesta salvadoreña, ocurrió el 9 de marzo; es decir, un día después de recibida la misiva en que la ONU pide detalles del caso.

De hecho, la ONU señala que hasta ese 8 de marzo tenían información de que los detenidos estaban aislados en una delegación, sin atenciones integrales y sin contacto con sus defensores. Es decir, habrían estado en esas condiciones durante dos meses después de la captura.

Según el Gobierno, también “se ha garantizado el derecho a la defensa técnica de los procesados, en tanto que ellos han nombrado a los abogados defensores de su elección, con quienes desde el inicio del procesamiento han tenido comunicación para establecer la estrategia de su defensa”. Dennis Muñoz, abogado de los acusados, señala que los alegatos del gobierno son falsos. “La prueba es que tengo dos meses sin poder ver a mis defendidos. Y no sabemos en qué condiciones se encuentran de salud”, denuncia.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/ONU-pide-a-Gobierno-de-El-Salvador-que-explique-las-detenciones-de-Santa-Marta-20230510-0071.html