El Salvador fell to rank 115 in the 2023 press freedom ranking by Reporters Without Borders (RSF), reflecting a drop of at least three positions compared to the previous year and a decline of more than 70 spots over the last decade.
The international organization has been issuing the World Press Freedom Ranking since 2002, comparing the degree of freedom journalists and media outlets have in 180 countries.
For its evaluation, RSF applies a questionnaire to measure five indicators: the political context, legal framework, economic context, sociocultural context, and security. El Salvador failed all the indicators except for protection.
This year, El Salvador received a score of 51.36, the worst grade achieved by the country since RSF has been preparing the index, placing it at rank 115 in the ranking. This position also indicates a drop of 77 places in the last decade.
Among the reasons given by the organization for this grade are the “widespread violence” in Salvadoran society and threats to journalists issued by the Government.
“Since taking office in June 2019, President Nayib Bukele has been attacking and threatening journalists who do not support his government. Journalistic practice is marked by harassment of critical media and the criminalization of coverage on public security,” the report states.
In 2015, at the start of the FMLN’s second term, RSF considered that the press was facing a “rather good situation,”; which had gradually deteriorated since then, moving from rank 45 to 58 in 2016, when it began to be categorized as a country with “significant problems” with press freedom.
Crisis Deepens
In 2019, the setbacks led El Salvador to be classified as a country with a “difficult situation” for the press for the first time, sharing this designation with 37 other nations.
This year’s report emphasizes that although there is a wide range of media, Bukele’s administration funds a media machine with public money “dedicated to the dissemination of official propaganda while attacking the opposition.”
However, the most severe points, according to RSF, are the harassment of journalists “with the dangerous tactic of presenting the media as enemies of the people,” which “radicalizes attacks on social networks, threats against physical integrity and their work team.”
The organization also rejected the reform made by the Legislative Assembly to the Penal Code to establish prison sentences of 10 to 15 years against those who, through the use of information technologies and media, transmit messages originated or allegedly originated by criminal groups that could generate panic in the population. The Association of Journalists of El Salvador (APES) categorized this reform as a “gag law.”
The Legislative Assembly approved a statement on Press Freedom Day this Tuesday, in which attacks on the independent press were abundant. Still, it was highlighted that there are no imprisoned or murdered journalists.
Regarding this, RSF mentions that there are no dead journalists, but there are aggressions by police without any punishment; and there are no advances in the investigation about using the Pegasus spying program against journalists.
El Salvador cae a puesto 115 en índice de libertad de prensa
El Salvador bajó hasta el puesto 115 del ranking de libertad de prensa de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) de 2023, que refleja una caída de al menos tres puestos respecto al año anterior, y un retroceso de más de 70 escaños en la última década.
La organización internacional emite desde 2002 la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, que compara el grado de libertad que tienen los periodistas y medios de comunicación en 180 países.
Para su evaluación, RSF aplica un cuestionario para medir cinco indicadores: el contexto político, marco jurídico, contexto económico, contexto sociocultural y seguridad. El Salvador reprobó todos los indicadores, a excepción de la seguridad.
Este año, El Salvador obtuvo una puntuación de 51.36, la peor nota alcanzada por el país desde que RSF elabora el índice, que lo coloca en el puesto 115 del ranking. Este puesto también muestra un retroceso de 77 lugares en la última década.
Entre las razones que expone el organismo para otorgar esta nota está la “violencia generalizada” en la sociedad salvadoreña, pero también las amenazas a periodistas extendidas por el Gobierno.
“Desde que accedió a la presidencia en junio de 2019, el presidente Nayib Bukele ataca y amenaza a los periodistas no afines a su gobierno. El ejercicio periodístico está marcado por el acoso a medios críticos y la criminalización de la cobertura sobre seguridad pública”, establece el informe.
En 2015, recién iniciado el segundo mandato del FMLN, el RSF consideraba que la prensa enfrentaba una “situación más bien buena”; que se deterioró paulatinamente desde entonces, pasando del puesto 45 al 58 en 2016, cuando comenzó a catalogarse como un país con “problemas significativos” de libertad de prensa.
Crisis se profundiza
En 2019, los retrocesos llevaron a El Salvador a ser catalogado como un país con una “situación difícil” para la prensa por primera vez, compartiendo esta denominación junto a otras 37 naciones.
El informe de este año destaca que aunque hay una amplia oferta de medios, el Ejecutivo de Bukele financia una maquinaria mediática con fondos públicos “dedicada a la difusión de propaganda oficial, mientras ataca a la oposición”.
Sin embargo, los puntos más graves según la RSF son el hostigamiento a los periodistas “con la peligrosa táctica de presentar a los medios como enemigos del pueblo”, lo que “radicaliza los ataques en redes sociales, amenazas contra la integridad física y su equipo de trabajo”.
La organización también rechazó la reforma hecha por la Asamblea Legislativa al Código Penal para establecer penas de prisión de 10 a 15 años contra quienes, por medio del uso de las tecnologías de la información y medios de comunicación, transmitan mensajes originados o presuntamente originados por grupos criminales que pudieran generar pánico a la población. La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) catalogó esta reforma como una “ley mordaza”.
La Asamblea Legislativa aprobó este martes un pronunciamiento sobre el día de la libertad de prensa, en el que abundaron los ataques hacia la prensa independiente, pero se destacó que no hay periodistas presos ni asesinados.
Al respecto, la RSF menciona que no hay periodistas muertos, pero sí agresiones por parte de policías sin que haya ninguna sanción; y tampoco hay avances en la investigación sobre el uso del programa de espionaje Pegasus contra periodistas.