“The dream they have is for a journalist to be imprisoned, and we are not going to do it; we live in a democratic country. Keep saying whatever you want, but the Salvadorans will continue to respond as they wish. We are not going to remain silent here. We owe them nothing. Nothing. (…) So pay attention, gentlemen of the Inter-American Press Association and gentlemen of APES, pay attention, who will support you and who will not support you.”
This is how the president of the Legislative Assembly, Ernesto Castro (Nuevas Ideas), closed more than two and a half hours of discussion in which the ruling party issued a statement to commemorate World Press Freedom Day, in which there were numerous attacks on the independent press.
Interspersed with opinions from opposition legislators who mentioned various actions against the practice of journalism in the country, Nuevas Ideas legislators sought to sell the idea that press freedom exists in the country and that the proof is that there are no imprisoned journalists.
Little mattered the allegations made, also by legislators, of espionage through the Pegasus program to more than thirty journalists, the withholding of information, the refusal to answer questions by officials, digital harassment, and other concerns.
Little mattered because Nuevas Ideas insisted that there was press freedom because there were no imprisoned journalists or murdered journalists.
In addition, the ruling party criticized an initiative by independent media outlets to fact-check content generators for false information or disinformation attempts and exclaimed that “the only filter is the Salvadoran population.” Along the way, there were mockeries about the recently closed Channel 33 and some print media, excluding the pro-government one.
The deputies also claimed that the statement made public the “satisfaction for the involvement that content creators are having through (…) ways of informing the population, in real-time, without nuances or in a biased manner about what the government and this new Assembly are doing for the benefit of Salvadorans (…) and the changes that have been generated in favor of the population.”
Soros, the democratization of information, business, financiers, de facto powers, freedom of expression, journalists, and activists. Some of these words were mixed in the discourse with which Nuevas Ideas wanted to sell its concept of press freedom, closed with the message of a euphoric Ernesto Castro. An idea in which the word “journalism” did not appear in its statement.
Relato: Nuevas Ideas conmemora la libertad de prensa con ataques en el pleno
“El sueño que tienen es que metan preso a un periodista y nosotros no lo vamos a hacer, vivimos en un país democrático. Sigan diciendo lo que quieran, pero el pueblo salvadoreño también les va a seguir respondiendo como quiere. Aquí nosotros ya no nos vamos a quedar callados. Nosotros no les debemos nada. Nada. (…) Así que atención señores de la Sociedad Interamericana de Prensa y señores de la APES, pongan atención, quién los va a apoyar y quién no los va a apoyar.”
Así cerró el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro (Nuevas Ideas), más de dos horas y media de discusión en la que el oficialismo emitió un pronunciamiento para conmemorar el Día Mundial de la Libertad de Prensa, mismo en el que abundaron los ataques hacia la prensa independiente.
Intercaladas con opiniones de legisladores de oposición que hicieron mención a diferentes acciones en contra del ejercicio del periodismo en el país, legisladores de Nuevas Ideas buscaron vender la idea que en el país existe la libertad de prensa y que la prueba es que no hay ningún periodista preso.
Poco importaron los señalamientos hechos, también por legisladores, por espionaje mediante el programa Pegasus a más de una treintena de periodistas, las reservas de información, la negativa a responder preguntas por parte de funcionarios, el hostigamiento digital y otros cuestionamientos.
Poco importó porque Nuevas Ideas insistió en que hay libertad de prensa porque no hay periodistas presos y porque no hay periodistas asesinados.
Además, el oficialismo criticó una iniciativa de medios independientes para chequear el contenido de generadores de contenido en busca de información falsa o de intentos de desinformación y exclamaron que “el único filtro es la población salvadoreña”. En el camino hubo burlas hacia el recién cerrado Canal 33 y para algunos de los medios impresos, excluido el oficialista.
También los diputados reivindicaron que con el pronunciamiento se daba a conocer la “satisfacción por el involucramiento que los creadores de contenido están teniendo a través de (…) formas de informar a la población, en tiempo real, sin matices ni de forma tendenciosa sobre lo que el gobierno y esta nueva Asamblea se encuentran realizando para el beneficio de los salvadoreños (…) y los cambios que se han generado en favor de la población”.
Soros, democratización de la información, negocio, financistas, poderes fácticos, libertad de expresión, periodistas, activistas. Algunas de esas palabras fueron mezcladas en el discurso con el cual Nuevas Ideas quiso vender su concepto de libertad de prensa, cerrado con el mensaje de un eufórico Ernesto Castro. Un concepto en cuyo pronunciamiento no apareció la palabra “periodismo”.