The 2022-2023 Humanitarian Balance of the International Committee of the Red Cross (ICRC) indicates that in El Salvador, there were 692 missing persons in 2022, which would result in nearly two missing persons per day, according to data from the University Observatory of Human Rights, obtained through the National Civil Police.
The document was released yesterday after the presentation of the activities carried out in 2022 by the Regional Delegation for Mexico and Central America of the International Committee of the Red Cross (ICRC).
“While these figures confirm that the issue of missing persons remains unresolved, there are no standardized figures or records that allow the authorities involved in the search for people to systematize the information on cases that occurred in contexts of violence, migration, and past armed conflict,” says part of the report.
The Committee promotes the creation of a single registry and a search system that incorporates different collaboration strategies and information management, with a humanitarian focus, to work on locating missing persons.
It also offers technical advice for creating a legal framework that addresses the rights and needs of missing persons and their families.
Focus on support for families of missing persons
The Red Cross also highlighted the importance of addressing the psycho-emotional needs of family members of missing persons.
For this reason, it seeks to raise awareness among relevant authorities to incorporate a psychosocial framework in their approach and to disseminate the psychological care model based on ambiguous loss among mental health professionals.
The report recorded the testimony of Guadalupe Castro, a member of the Committee of Relatives of Missing Persons due to Violence (COFADEVI), who participated in the first regional conference of relatives of missing persons convened by the ICRC.
Guadalupe recounted, as stated in the document, that “being with other collectives and with collectives from Mexico was a wonderful experience; you learn from them, and we know that they are also looking for their relatives. What I liked was that they taught us to join other committees so that they listen to us and attend to the call that we make.”
The ICRC reported that 17,094 Salvadorans received messages about the consequences of the disappearance of girls, boys, and young people through a public awareness campaign.
Also, 80 public servants received training on the needs and rights of relatives of missing persons; 111 health professionals, justice officials, and those in charge of search activities attended sensitization sessions on the mental health needs and psychosocial support of relatives of missing persons, and 60 mental health professionals received training to strengthen their accompaniment.
“In El Salvador, it is still difficult to know the exact number of missing persons since there is no consolidated database. For this reason, the ICRC makes available its technical knowledge on family links protection and promotes, as in other countries, the creation of a consolidated national registry of missing persons that allows the authorities responsible for their search to systematize the information on the subject in the contexts of violence, migration, and armed conflict,” reads another part of the document.
The ICRC has addressed various issues, such as displaced persons, migrants, returnees, communities affected by armed violence, and detainees.
El Diario de Hoy inquired about this last point, in the context of the state of emergency, whether human rights violations are considered to have occurred; however, the organization declined to comment on the matter because they do not publicly express themselves in certain situations.
The ICRC’s head of mission in El Salvador, Ahmad Hallak, pointed out that when they have observations and recommendations, they transmit them to the relevant authorities within the framework of the bilateral dialogue they maintain.
“But speaking of our activities in El Salvador during the state of emergency and before, we assisted returned and displaced migrants, as we do in Guatemala, Honduras, and Mexico. We also work for the families of missing persons and with the authorities in charge of addressing the issue in the country,” said Hallak.
He added that “our humanitarian action is based on accompanying, assisting, and providing technical advice according to the identified needs. As we do in other countries, we also engage in dialogue with security forces. The ICRC has focused its work on disseminating and promoting respect for international norms on the use of force to prevent human rights violations and minimize humanitarian consequences.”
The International Committee of the Red Cross also stated yesterday that the deprivation of liberty of migrants should be the last resort implemented and that vulnerable people should not be subjected to such a measure.
This position was expressed following the incident on March 27, when 40 migrants died, including seven Salvadorans and other Central Americans, in a fire at the migration detention center in Ciudad Juárez, Mexico.
“This is a moment (when) in Mexico, this issue could be discussed, on how to address migratory flows, even more importantly, with this perspective of dignity and respect for the rights of migrants,” said the head of the regional delegation of the ICRC for Mexico and Central America, Olivier Dubois.
El Salvador registró 692 desaparecidos en 2022, según Comité Internacional de Cruz Roja
El Balance Humanitario 2022-2023 del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) indica que en El Salvador hubo 692 personas desaparecidas en 2022, lo que resultaría en casi dos desaparecidos por día, de acuerdo con datos del Observatorio Universitario de Derechos Humanos, obtenidos a través de la Policía NacionalCivil.
El documento fue difundido ayer tras la presentación de las actividades que realizó en el 2022 la Delegación Regional para México y América Central del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
“Si bien estos datos confirman que la desaparición es una deuda pendiente, no hay cifras homologadas ni registro que permitan a las autoridades vinculadas a la búsqueda de personas sistematizar la información de los casos ocurridos en contextos de violencia, de migración y del conflicto armado del pasado”, reza parte del informe.
Señaló que el Comité promueve la creación de un registro único y un sistema de búsqueda que incorpore diferentes estrategias de colaboración y manejo de información, con un enfoque humanitario, para trabajar en la ubicación de las personas desaparecidas.
Además ofrece asesoramiento técnico para la creación de un marco jurídico que responda a los derechos y necesidades de las personas desaparecidas y sus familiares.
Enfoque de atención para familiares de desaparecidos
La Cruz Roja señaló también la importancia de atender las necesidades psicoemocionales de los familiares de personas desaparecidas.
Por ello, indicó, se ocupa de sensibilizar a las autoridades pertinentes para que incorporen un marco psicosocial en su abordaje, así como de difundir entre los profesionales de la salud mental, el modelo de atención psicológica basado en la pérdida ambigua.
El informe consignó el testimonio de Guadalupe Castro, quien es miembro del Comité de Familiares de Desaparecidos por Violencia (COFADEVI) y que participó en la primera conferencia regional de familiares de personas desaparecidas convocada por el CICR.
Guadalupe relató, según consta en el documento, que “el estar con otros colectivos y con colectivos de México fue una experiencia muy bonita, uno aprende de ellos y sabemos que ellos también buscan a sus familiares. Lo que me gustó fue que nos enseñaron a unirnos con otros comités para que nos escuchen y nos atiendan el llamado que nosotros hacemos”.
El CICR dio a conocer que 17,094 salvadoreños recibieron mensajes sobre las consecuencias de la desaparición de niñas, niños y jóvenes, a través de una campaña de difusión pública.
Además que 80 servidores públicos recibieron una formación sobre las necesidades y los derechos de los familiares de las personas desaparecidas; 111 profesionales de la salud, la justicia y encargados de las actividades de búsqueda asistieron a sensibilizaciones sobre las necesidades de salud mental y apoyo psicosocial de los familiares de las personas desaparecidas, y que 60 profesionales de salud mental recibieron formación para fortalecer su acompañamiento.
“En El Salvador sigue siendo difícil conocer la cifra exacta de personas desaparecidas, ya que no existe una base de datos consolidada. Por ese motivo, el CICR pone a disposición sus conocimientos técnicos sobre protección de vínculos familiares y promueve, al igual que en otros países, la creación de un registro nacional consolidado de personas desaparecidas que permita a las autoridades responsables de su búsqueda sistematizar la información sobre el tema en los contextos de violencia, migración y conflicto armado”, se lee en otra parte del documento.
El CICR ha realizado acciones para atender diferentes problemáticas. Por ejemplo, de personas desplazadas, migrantes y retornadas, comunidades afectadas por la violencia armada y personas detenidas.
El Diario de Hoy consultó sobre este último punto, en el marco del régimen de excepción, si se considera que ha existido violaciones de derechos humanos; pero la entidad se excusó de opinar al respecto porque no se expresan de manera pública sobre algunas situaciones.
El jefe de misión del CICR en El Salvador, Ahmad Hallak, señaló que cuando tienen observaciones y recomendaciones las transmiten a las autoridades correspondientes en el marco del diálogo bilateral que sostienen.
“Pero hablando de nuestras actividades en El Salvador durante el régimen de excepción, y antes, brindamos asistencia a migrantes retornados y desplazados como hacemos en Guatemala, Honduras y México. También trabajamos por las familias de personas desaparecidas y con las autoridades que tienen a cargo la problemática en el país”, indicó Hallak.
Agregó que “nuestra acción humanitaria se basa en acompañarlos, asistirlos y asesorarlos técnicamente según las necesidades identificadas. También como hacemos en otros países, dialogamos con fuerzas de seguridad. El CICR ha centrado su labor en difundir y promover el respeto de las normas internacionales en el uso de la fuerza para prevenir violaciones de los derechos humanos y minimizar las consecuencias humanitarias”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja también señaló ayer que la privación de libertad de las personas migrantes debería de ser el último recurso que se implemente y que personas vulnerables no deberían de ser sujetas a dicha medida.
Dicha postura fue expresada a raíz de lo ocurrido el pasado 27 de marzo, cuando 40 migrantes murieron, entre ellos siete salvadoreños y otros centroamericanos, en un incendio ocurrido en el centro de detención migratorio de Ciudad Juárez, México.
“Es un momento (donde) en México se podría discutir este tema, de cómo abordar flujos migratorios, aún más importante, con esta mirada de dignidad y respeto a los derechos de las personas migrantes”, expresó el jefe de la delegación regional del CICR para México y América Central, Olivier Dubois.