2022 was a very tough year for the economy of Salvadoran families. According to official data and surveys conducted by various institutions, the economic factor became the country’s primary concern during the past year. The preliminary results of the Multiple Purpose Household Survey 2022 (EHPM), conducted by the Central Reserve Bank (BCR), confirm this.
Specifically, the study states that during the past year, the number of households living in poverty in the country increased by up to 2% compared to the number of low-income families in 2021, as the figure went from 24.6% of the total number of homes in the country to 26.6%.
Since the document released by the BCR is preliminary, the exact number of people living in these conditions in the country has yet to be available. However, the figure could be higher than the 1,556,153 Salvadorans who, in 2021, subsisted in an environment of economic poverty.
This is because in 2021, the study estimated a total population of up to 6,325,827 Salvadorans, so the new population calculation for 2022, estimated at 6,330,947 by the BCR, could mean that the number of Salvadorans living in poverty in the country would be around 1,684,031, representing 26.6% of the total inhabitants estimated by the EHPM.
In this regard, it should be noted that this percentage represents the extreme poverty in the country, which is subdivided between relative poverty and extreme poverty, which are 18.1% and 8.6% at the national level, respectively.
But what are relative and extreme poverty? According to the study, households in extreme poverty are those that cannot cover the per capita cost of the Basic Food Basket (CBA), which at the end of 2022 was $61.95 in the urban sector, meaning that this was the necessary amount, on average, for each member of a 3.14-member family to be able to eat monthly.
The average monthly cost per capita for the rural sector was around $40.13, according to the study.
The above points mean that if a family has more than four members and subsists on only a minimum wage, they live in extreme poverty, as their income is insufficient to meet their nutritional needs in the best possible way.
A survey released last month by the Dr. Guillermo Manuel Ungo Foundation (Fundaungo) highlighted that up to 63.6% of Salvadorans had to stop buying certain foods in recent months due to substantial price increases.
Likewise, the same survey showed that up to 58.3% had to reduce the amount of food they consume for the same reason, something closely linked to the loss of purchasing power experienced by families during the past year.
On the other hand, the EHPM indicates that relative poverty is when households cannot cover the cost of the expanded CBA (double the cost), and this is where the majority of the population living in poverty in the country is.
The price of the basic basket in February was around $250 for the urban sector, while for the rural sector, it was above $187, representing a more significant increase in proportional terms for rural families.
There is more poverty in the countryside
Among the general data of the EHPM, one that stands out is that the rural area of the country has more families living in poverty in total, as in 2022, the percentage reached 29.6%, of which up to 10.8% of households face extreme poverty conditions, while 18.8% live with relative poverty.
These figures are also higher than those of 2021, as in the EHPM of that year, the data indicated that total, relative, and extreme poverty for the rural sector was 27%, 16.6%, and 10.4%, respectively.
What is the government doing about it? According to economist and former president of the BCR, Carlos Acevedo, the government has yet to take specific actions to reduce these indices. Still, he explains that “the dismantling of gangs and the reduction of extortions are creating a conducive environment,” which could help improve the situation in the medium term.
La cantidad de hogares pobres aumentó durante el último año en El Salvador
El 2022 fue un año muy duro para la economía de las familias salvadoreñas, pues según datos oficiales y de encuestas realizadas por distintas instituciones, el factor económico se convirtió en, precisamente, la principal preocupación que enfrentó el país durante el año pasado. Los resultados preliminares de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2022 (EHPM), realizada por el Banco Central de Reserva (BCR), lo confirman.
Puntualmente, el estudio sostiene que durante el año pasado la cantidad de hogares que viven en situación de pobreza en el país se incrementó hasta en un 2% con respecto a la cantidad de hogares pobres en 2021, pues el dato pasó de un 24.6% de la cantidad total de hogares en el país a un 26.6%.
Debido a que el documento divulgado por el BCR es preliminar, aún no se cuenta con el número exacto de las personas que estarían viviendo en esas condiciones en el país, sin embargo, la cifra podría ser superior a los 1,556,153 salvadoreños que, durante el 2021, subsistieron en un entorno de pobreza económica.
Lo anterior debido a que en 2021 el estudio calculaba una población total de hasta 6,325,827 salvadoreños, por lo que el nuevo cálculo poblacional de 2022, estimado en 6,330,947 por el BCR, podría significar que la cantidad de salvadoreños que viven en pobreza en el país rondaría los 1,684,031, lo que representa el 26.6% del total de los habitantes que estima la EHPM.
En este sentido, cabe señalar que ese porcentaje representa a la pobreza total que hay en el país, sin embargo, se subdivide entre la pobreza relativa y la pobreza extrema, las cuales a nivel nacional se sitúan en 18.1% y 8.6%, respectivamente.
¿Pero qué son la pobreza relativa y la extrema? De acuerdo al estudio, los hogares en situación de pobreza extrema son aquellos que no logran cubrir el costo por cabeza de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), el cual hacia el cierre de 2022 se colocaba en los $61.95 en el sector urbano, es decir, que esa era la cantidad necesaria, en promedio, para que cada miembro de una familia de 3.14 integrantes se pudiera alimentar mensualmente.
Para el sector rural, el costo promedio mensual por cabeza rondó los $40.13, según el estudio.
Los puntos anteriores quieren decir que si una familia se integra de más de 4 miembros, y subsisten con solo un salario mínimo, viven en condiciones de pobreza extrema, pues sus ingresos no son suficientes para suplir sus necesidades alimenticias de la mejor manera.
De hecho, una encuesta divulgada el mes pasado por la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (Fundaungo), destacó que hasta un 63.6% de los salvadoreños tuvo que dejar de comprar ciertos alimentos en los últimos meses debido a las fuertes alzas en los precios.
Asimismo, la misma encuesta reflejó que hasta un 58.3% tuvo que reducir la cantidad de alimentos que consume por la misma situación, algo que está estrechamente vinculado con la pérdida que poder adquisitivo que experimentaron las familias durante el año pasado.
Por otro lado, la EHPM señala que la pobreza relativa es aquella en la que los hogares no pueden cubrir el costo de la CBA ampliada (el doble del costo), y es acá donde está la mayoría de la población que vive en pobreza en el país.
El precio de la canasta básica, a febrero, se colocó cerca de los $250 para el sector urbano, mientras que para el sector rural se colocó arriba de los $187, representando una mayor alza en términos proporcionales para las familias del campo.
Hay más pobreza en el campo
Dentro de los datos generales de la EHPM, uno que llama la atención es que el área rural del país es la que acumula más familias que viven en pobrezas del total, pues a 2022 el porcentaje llegó a 29.6%, de los cuales hasta un 10.8% de los hogares enfrenta condiciones de pobreza extrema, mientras que un 18.8% vive con pobreza relativa.
Estos datos también son superiores a los de 2021, pues en la EHPM de ese año, los datos indicaban que la pobreza total, relativa y extrema para el sector rural era de 27%, 16.6% y 10.4%, respectivamente.
¿Qué hace el gobierno al respecto? Según el economista y expresidente del BCR, Carlos Acevedo, el gobierno no ha realizado acciones específicas para disminuir estos índices, pero explica que “la desarticulación de las pandillas y reducción de las extorsiones están creando un clima propicio”, el cual podría ayudar a mejorar la situación en el mediano plazo.