Some lawyers, consulted by El Diario de Hoy, were surprised by the recent meeting of the Senator from Florida, United States, Marco Rubio, with the Salvadoran president, Nayib Bukele. Still, for others, it seemed in line with the “ultra-conservative” stance of the Republican official, and that Bukele shared it at some point during the administration of Donald Trump; however, they agree that each of them is trying to get “political advantage.”
On March 31st, Rubio was seen with Bukele at the Presidential House, both of them chatting amiably in the images that Rubio shared on his Twitter profile in July 2022, four months after the president implemented the state of exception in El Salvador and Rubio criticized him for his foreign policy and openly mocking the United States.
But Rubio took a turn regarding El Salvador and reflected it in a video he posted on his Twitter on April 3rd, where he questions the sanctions that the U.S. government has imposed on several Bukele officials for corruption cases, money laundering, and for attacking the democratic system.
Rubio highlights the actions that Bukele has taken to fight gangs through the state of exception and criticizes Joe Biden’s government for not focusing on that. “And how does Biden’s government react? They speak ill of this president (Bukele), sanction people from his government, and attack them for being too tough and too severe. On top of that, he is someone who has wanted to get along and be an ally of the United States, so we have a problem with our foreign policy; we treat our enemies better than our friends,” he said.
Wilson Sandoval, a transparency expert, refers to a “disconnect” between Rubio’s arguments for the sanctions imposed on Bukele’s officials through their inclusion in the Engel List and the Global Magnitsky Law. “The sanctions have not been derived by the state of exception or fight against gangs; on the contrary, the sanctions have been derived from actions that the Biden administration has considered as asset laundering or money laundering, drug trafficking, an attack against the democratic system in El Salvador, or human rights violations, but never related to the issue of gangs,” he stated.
Lawyer José Marinero explains that the senator has been “deceitfully poorly advised” or is “very poorly informed.” “For one reason or another, he is wrong to endorse a government that has run out of democratic credentials, which is closer to Nicaragua, Venezuela, and even Cuba, than a functional democracy. If things continue as they are, shortly, there will be no difference between smilingly being photographed with (Daniel) Ortega or any other dictator or with his Salvadoran counterpart,” Marinero questioned.
Meanwhile, there is no doubt for former Supreme Electoral Court magistrate Eugenio Chicas. He says that the “internal electoral struggles” in the United States are pulling the strings between Bukele and Rubio. Each oneis carrying “water for their mill.” Marinero also agrees on this point: “It is clear that this government is still thirsty for some international legitimacy to replace the one it has already lost in the democratic community,” he reasoned.
Marinero recalls that even the current U.S. ambassador to El Salvador, William Duncan, who accompanied Rubio on his visit to Bukele, was questioned on July 28, 2022, by the American senator about the situation in El Salvador before being confirmed in his position.
“I did want to touch on the issue of El Salvador. It is a difficult puzzle to unpack, and certainly, the trend lines there in terms of President Bukele’s view of the United States have deteriorated rapidly in recent years to the point where it is a worrying situation. I am very concerned about that. He does not seem to care much about the United States’ foreign policy concerning the country. (He) criticizes and openly mocks the United States and other Western institutions,” was Rubio’s stance towards Duncan to hear his assessment.
Abogados opinan: Reunión de Rubio con Bukele es parte de un “juego político”
Algunos abogados, consultados por El Diario de Hoy, se sorprendieron por el reciente encuentro del Senador por el Estado de Florida, Estados Unidos, Marco Rubio, con el presidente salvadoreño, Nayib Bukele; pero a otros, les pareció que va con la línea “ultra conservadora” del funcionario republicano y que en algún momento también compartió Bukele durante la administración de Donald Trump; sin embargo, coinciden en que cada uno de ellos trata de sacar “raja política”.
El pasado 31 de marzo, Rubio se dejó ver junto a Bukele en la Casa Presidencial, ambos se observan platicando amenamente en las imágenes que divulgó Rubio en su perfil de Twitter, después de que en julio de 2022, a cuatro meses de que el mandatario implementara en El Salvador el régimen de excepción y que Rubio lo criticara por su política exterior y de burlarse abiertamente en contra de Estados Unidos.
Pero Rubio dio un giro en cuanto a El Salvador y lo deja plasmado en un video que publicó en su Twitter el pasado 3 de abril, en donde cuestiona las sanciones que el gobierno de Estados Unidos ha impuesto a varios funcionarios de Bukele por casos de corrupción, lavado de dinero y por atentar en contra del sistema democrático.
Rubio resalta las acciones que Bukele ha llevado a cabo para combatir a las pandillas mediante el régimen de excepción y critica al gobierno de Joe Biden por no fijarse en eso. “¿Y como reacciona el gobierno de Biden?, habla mal de este presidente (Bukele), sanciona a la gente de su gobierno, los ataca por ser demasiados duros, demasiado severos, y encima de todo, es una persona que ha querido llevarse bien y ser un aliado de los Estados Unidos, así que tenemos un problema con nuestra política exterior, tratamos mejor a nuestros enemigos que a nuestros amigos”, aseguró.
Wilson Sandoval, experto en transparencia, refiere que hay “una desconexión” entre los argumentos que da Rubio por las sanciones impuestas a los funcionarios de Bukele, mediante su inclusión en la Lista Engel y la Ley Global Magnitsky. “Las sanciones no han sido derivadas en virtud del régimen de excepción o combate a las pandillas, al contrario, las sanciones han derivado de acciones que la administración Biden ha considerado como lavado de activos o lavado de dinero, narcotráfico, atentado contra el esquema o sistema democrático en El Salvador o violaciones a derechos humanos, pero nunca relacionado con el tema de pandillas”, aseveró.
El abogado José Marinero, explica sobre este punto, que el senador ha sido “dolosamente mal asesorado” o está “muy mal informado”. “Por una razón o la otra se equivoca al endosar a un gobierno que se ha quedado sin credenciales democráticas, que es más cercano a Nicaragua y a Venezuela y a la propia Cuba, que a una democracia funcional. Si las cosas siguen como van, en el futuro próximo no habrá diferencia entre dejarse fotografiar sonriente con (Daniel) Ortega o cualquier otro dictador o con su par salvadoreño”, cuestionó Marinero.
Mientras que para el exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral, Eugenio Chicas, no hay donde perderse. Dice que son las “pugnas internas electorales” en Estados Unidos, las que están jalando los hilos entre Bukele y Rubio. Cada quien llevando “agua para su molino”. Marinero asienta sobre este punto también: “Queda claro que este gobierno está aún sediento de cierta legitimidad internacional que reemplace a la que ya perdió en la comunidad democrática”, razonó.
Marinero recuerda que incluso, el actual embajador de EE.UU. en El Salvador, William Duncan, quién acompañó a Rubio en su visita a Bukele, fue cuestionado el 28 de julio de 2022, por el senador estadounidense sobre la situación de El Salvador, antes de ser ratificado en el cargo.
“Yo sí quería tocar el tema de El Salvador. Es un rompecabezas difícil de desempacar y ciertamente las líneas de tendencia allí en términos de la visión del presidente Bukele sobre los Estados Unidos se han deteriorado rápidamente en los últimos años, hasta el punto en que ahora es una situación realmente preocupante. Estoy muy preocupado por eso. No parece importarle mucho cuál es la política exterior de Estados Unidos con respecto al país. (Él) critica y se burla muy abiertamente de Estados Unidos y otras instituciones occidentales”, fue la postura de Rubio hacia Duncan para conocer su valoración.