At least 31 detainees during the state of emergency died before completing a month in prison, according to a report presented by the Humanitarian Legal Aid organization.
The study reveals that of the 126 deaths documented by the humanitarian institution, 31 died before completing a month in detention, six died after two months in prison, six after three months in jail, and the rest spent between 4 and 11 months. The state of emergency or siege suspends constitutional guarantees for Salvadorans, including the right to be brought before a judge after being arrested and to receive due process with all judicial guarantees.
One of the cases documented by El Diario de Hoy is that of musician and farmer Elvin Josué Sánchez Rivera, 21 years old, who was captured on April 3. Still, only 15 days later, his family was notified of his death.
The young man died in Jorge Mazzini Hospital in Sonsonate after being transferred in critical condition from Izalco prison in a pickup truck.
The young man’s body was handed over to the family along with a document specifying that the cause of death was “hypertension” and “sudden death.”
However, strong doubts about Elvin’s death led the family to examine their loved one’s body and discovered that the young man had bruises on his back, likely resulting from a beating.
According to statements by Stanley Quinteros, a representative of the Humanitarian Legal Aid, 48% of the bodies of the deceased had signs of violence, even though the legal and medical documentation indicated the causes of death as pulmonary edema or cardiac arrest.
“In few of these cases was a proper inspection and recognition for the crime of homicide carried out, while the vast majority were made to appear as deaths due to COVID-19 or their bodies were handed over in sealed coffins,” the report states.
For the elaboration of the study, the Humanitarian Legal Aid conducted interviews with family members who provided the diagnoses (autopsies) from the Legal Medicine, photographs, and data detailing the possible causes of death, the document indicates.
The report lists alleged causes of death in 60 cases: torture and inhuman treatment by correctional officers, internal disputes, and beatings by the National Civil Police or Armed Forces at the time of arrest.
Humanitarian Legal Aid representatives also reported that family members were threatened by authorities to remain silent about the deaths of their relatives in state custody.
“It is sad to hear that a peasant, when going to collect the body at Legal Medicine, is threatened by the authorities, who tell them that they are forbidden to open the sealed coffin because if they do, they will be arrested,” denounced Quinteros.
On the other hand, Humanitarian Legal Aid has recorded four cases of people who died in state custody and were buried in mass graves without their relatives being informed by the relevant authorities.
El Diario de Hoy documented the case of Henry Eleazar Joya Jovel, 45 years old, who died on May 8, 2022, and was buried in a mass grave in La Bermeja cemetery, San Salvador, but under the name Enri Cuéllar Jovel.
His family did not learn of his death until September 19, when his brother decided to go to Legal Medicine because he was not receiving information about the prisoner.
Henry’s name did not appear on the list of people buried in a mass grave, but when the brother asked to be shown the photographs of the buried, he recognized Henry, who had been buried on July 8 under another name.
According to the family, Henry was arrested on April 21 in the Luz neighborhood in San Salvador for the alleged crime of illegal associations belonging to gangs. However, Jesús Joya, the victim’s brother, assures that Henry was not even remotely a gang member.
“He was not a normal person, he suffered from amnesia and spoke incoherently, but in the Luz neighborhood, all the neighbors loved him because he was accommodating and obedient,” said Jesús Joya.
31 personas murieron antes del primer mes en prisión
Al menos 31 detenidos durante el régimen de excepción murieron antes de cumplir un mes de estar en prisión, de acuerdo con un informe presentado por el Socorro Jurídico Humanitario.
El estudio revela que de los 126 decesos documentados por esa institución humanitaria, 31 murieron antes de cumplir un mes en detención, seis murieron después de dos meses en prisión, seis tras pasar tres meses en la cárcel y los siguientes pasaron entre 4 y 11 meses.
El régimen de excepción o estado de sitio suspende garantías constitucionales de los salvadoreños, entre ellas el derecho a ser llevados ante un juez tras ser detenidos y recibir un debido proceso con todas las garantías judiciales.”
Uno de los casos documentados por El Diario de Hoy es del músico y agricultor Elvin Josué Sánchez Rivera, de 21 años, quien fue capturado el 3 de abril, pero solo 15 días después sus familiares fueron notificados de su deceso.
El joven murió en el Hospital Jorge Mazzini de Sonsonate después de que fuera trasladado en un pick up en condiciones graves desde el penal de Izalco.
El cadáver del joven fue entregado a la familia junto a un documento en el que se especifica que la causa del fallecimiento fue “hipertensión” y “muerte súbita”.
Sin embargo, las fuertes dudas sobre la muerte de Elvin llevaron a la familia a revisar el cuerpo de su ser querido y descubrieron que el joven tenía moretones en la espalda, probablemente producto de una golpiza.
Según declaraciones de Stanley Quinteros, representante del Socorro, el 48% de los cuerpos de las personas muertas tenían señales de violencia, a pesar que la documentación de Medicina Legal indicaba como las causas de la muerte: edema pulmonar o paro cardiaco.
“En pocos de estos casos se hizo la debida inspección y reconocimiento por delito de homicidio, mientras que la gran mayoría los hicieron parecer fallecimientos por covid-19 o les entregaban los cadáveres en ataúdes sellados”, señala el informe.
Para la elaboración del estudio el Socorro realizó entrevistas a los familiares quienes proporcionaron los diagnósticos (autopsias) de Medicina Legal, fotografías y datos que detallan las posibles causas de la muerte, indica el documento.
El informe establece como supuestas causas de muerte en 60 casos: tortura y tratos crueles e inhumanos por parte de custodios de centros penales, riñas internas y golpizas por parte de la Policía Nacional Civil o Fuerza Armada en el momento del arresto.
Los representantes del Socorro denunciaron que además los familiares fueron amenazados por las autoridades para que guardaran silencio ante la muerte de sus parientes bajo custodia del Estado.
“Es triste escuchar que un campesino cuando va a retirar el cadáver a Medicina Legal es amenazado por las autoridades, les dicen que tienen prohibido abrir la caja sellada porque si no los van a meter presos”, denunció Quinteros.
Por otra parte, el Socorro Jurídico contabiliza cuatro casos de personas que murieron bajo custodia del Estado y fueron enterradas en fosas comunes, sin que sus familiares fueran informados por las autoridades correspondientes.
El Diario de Hoy documentó el caso de Henry Eleazar Joya Jovel, de 45 años, quien murió el 8 de mayo de 2022 y fue enterrado en una fosa común en el cementerio La Bermeja, de San Salvador, pero con el nombre de Enri Cuéllar Jovel.
Sus familiares no se enteraron de su muerte hasta el 19 de septiembre, cuando su hermano decidió ir a Medicina Legal debido a que no le daban información del reo.
El nombre de Henry no aparecía en la lista de personas enterradas en una fosa común, pero cuando el hermano pidió que le mostraran las fotografías de los sepultados, reconoció a Henry, que había sido enterrado el 8 de julio bajo otro nombre.
Según la familia, Henry fue capturado el 21 de abril en la colonia Luz, en San Salvador, por el supuesto delito de agrupaciones ilícitas, es decir, pertenecer a pandillas. Pero Jesús Joya, hermano de la víctima, asegura que Henry no era ni por cerca ningún miembro de las pandillas.
“Él no era una persona normal, padecía de amnesia y hablaba incoherencias, pero en la colonia Luz todos los vecinos lo querían porque era bien servicial, era bien obediente”, afirmó Jesús Joya.