According to the World Bank, El Salvador will need food aid — Según el Banco Mundial El Salvador necesitará de ayuda alimentaria

Mar 30, 2023

The multilateral institution warns of an increase in food insecurity, as El Salvador will require assistance in August. Poor rural households have low reserves of basic grains. San Miguel and La Unión are the most affected departments. — Multilateral advierte sobre aumento de la inseguridad alimentaria, por lo que El Salvador requerirá asistencia en agosto. Los hogares pobres rurales cuentan con poca reserva de granos básicos. San Miguel y La Unión son los departamentos más afectados.

Limited availability of basic grains and inflation in food prices will impact El Salvador in the coming months, so much so that it will require external food assistance in August 2023, according to the latest Food Security update from the World Bank.

The multilateral organization cites the latest report from the Global Food Assistance Outlook, from the Famine Early Warning Systems Network (FEWS NET), which indicates a progressive deterioration in household food conditions due to price shocks caused by the Russian invasion and crop losses due to excessive rainfall in 2022.

According to the report, poor rural households have minimal reserves of basic grains from the late planting cycle, as subsistence farmers reduced productive extensions and fertilizer applications (due to prices), and some areas suffered damage from excessive rainfall.

This would lead to subsistence farming households in the Dry Corridor, particularly in the departments of San Miguel and La Unión, potentially lacking sufficient harvests to improve their food intake by August. Meanwhile, the remaining producing households, although affected, will have grains by that date, but their reserves will run out quickly.

“We have been proposing that from August, we need to import or receive donations of cereals due to the reduction that occurred in the 2022/23 agricultural cycle, which we said at the time would be 29%. The State can no longer do anything to improve this situation. Still, it must ensure that the 2023/24 agricultural cycle reaches the levels of 2021 so as not to have the same problem in 2024,” explained Luis Treminio, president of the Salvadoran Chamber of Small and Medium Agricultural Producers Association (CAMPO).

This situation will lead to an increase in the poorest households classified as Stressed (Phase 2, IPC), meaning they have minimally adequate food consumption, and in Crisis (Phase 3, IPC), which are those who can barely meet minimum food needs and can only do so by depleting essential livelihoods. In other words, they would only have money to eat.

“This should have been managed over the past two years; there is already data showing that our population is eating less and having fewer meals. Climate change has already impacted crop production. Without a doubt, support from national and international organizations is needed to alleviate the crisis affecting or will affect communities,” said Luis González, a member of the Food Sovereignty Roundtable.

In November 2022, the Salvadoran Foundation for Economic and Social Development (FUSADES) suggested in its report, “The challenge of food insecurity in the face of rising prices and the challenges to achieving zero hunger by 2030,” providing targeted basic food baskets to Salvadoran families in poverty to mitigate the increase in food insecurity and poverty in 2022 and 2023.

The United Nations Food and Agriculture Organization (FAO) estimates that in 2023, the number of people suffering from hunger in Latin America and the Caribbean will increase by between 350,000 and 640,000 people due to the conflict in Ukraine.

Between 2019 and 2021, one million Salvadorans experienced severe food insecurity, meaning they ran out of food and went without eating several times during the year. Another three million Salvadorans suffered moderate or severe food insecurity, lacking the money or resources to maintain a healthy diet.

The World Bank highlights that although fertilizer prices have dropped, they remain high. Various trade associations warn that these increased costs and climatic factors, such as El Niño put the 2023/24 agricultural cycle at risk.

“Input prices remain high, which would deepen the crisis we announced last year (…). We have also pointed out that the climate will be quite complicated, first due to the La Niña phenomenon (with more rainfall than usual). Then El Niño (less rain), which is more complicated because it causes drought,” said Luis Treminio a few weeks ago.

In the 2022/23 harvest, high input costs, and excessive rainfall led to a drop of 8.7 million quintals of basic grains in the previous harvest, according to unofficial statistics, prompting calls for action.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/economia/Segun-el-Banco-Mundial-El-Salvador-necesitara-de-ayuda-alimentaria-20230329-0128.html

Según el Banco Mundial El Salvador necesitará de ayuda alimentaria

La poca disponibilidad de granos básicos y la inflación en los precios de la comida impactará a El Salvador en los próximos meses, tanto que requerirá asistencia alimentaria externa en agosto de 2023, según la última actualización de Seguridad Alimentaria del Banco Mundial.

El organismo multilateral cita el último informe de Perspectivas de Asistencia Alimentaria Global, de la Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS NET por sus siglas en inglés), el cual señala que se observará un deterioro progresivo en las condiciones alimentarias de los hogares debido a los ‘shocks’ de precios por la invasión rusa y las pérdidas de cosechas por el exceso de lluvias en 2022.

Según el informe, los hogares pobres rurales cuentan con reservas mínimas de granos básicos del ciclo de postrera, debido a que los agricultores de subsistencia disminuyeron las extensiones productivas y las aplicaciones de fertilizantes (por los precios), y a que algunas áreas sufrieron daños por exceso de lluvias.

Esto llevaría a que los hogares de agricultores de subsistencia en el Corredor Seco, particularmente en los departamentos San Miguel y La Unión, podrían no contar con cosechas suficientes para mejorar su alimentación para agosto. Mientras que el resto de los hogares productores, aunque sufran una afectación, tendrán granos para esa fecha, pero sus reservas se acabarán rápido.

“Nosotros hemos estado planteando que a partir de agosto necesitamos importación o donación de cereales por la reducción que hubo en el ciclo agrícola 2022/23 que en su momento dijimos que sería del 29 %. El Estado ya no puede hacer nada para mejorar esa situación pero debe buscar que el ciclo agrícola 2023/24 llegue a los niveles del 2021 para no tener el mismo problema en 2024”, expuso Luis Treminio, presidente de la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO).

Toda esta situación llevará a un incremento de los hogares más pobres ubicados en la categoría de Estrés (Fase 2, CIF), es decir que tienen un consumo de alimentos mínimamente adecuado, y en Crisis (Fase 3, CIF), lo que son los que apenas pueden satisfacer las necesidades alimentarias mínimas, y únicamente pueden hacerlo mediante el agotamiento de los medios de vida esenciales. Es decir que solo tendrían dinero para comer.

“Eso ya se tendría que haber gestionado desde los últimos dos años, ya hay datos de que nuestra población está comiendo menos, de que hacen menos tiempos de comida. El cambio climático ya impactó la producción de cultivos. Sin duda es necesario el apoyo de organizaciones tanto nacionales como internacionales para paliar la crisis que afecta o afectará a las comunidades”, manifestó Luis González, miembro de la Mesa por la Soberanía Alimentaria.

En noviembre de 2022, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) sugirió en su informe: “El reto de la inseguridad alimentaria ante el aumento de precios, y los desafíos para alcanzar la meta del hambre cero al 2030”, brindar de manera focalizada a las familias salvadoreñas en pobreza una provisión de canastas básicas de alimentos, para mitigar el aumento de la inseguridad alimentaria y la pobreza en 2022 y 2023.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que para 2023, la cantidad de personas que sufren hambre en América Latina y el Caribe suba entre 350,000 y 640,000 personas, a causa del conflicto en Ucrania.

Entre 2019 y 2021, un millón de salvadoreños se encontró en inseguridad alimentaria grave, es decir que se quedó sin alimentos y estuvo un día sin comer varias veces durante el año; otros 3 millones de salvadoreños sufrieron inseguridad alimentaria moderada o grave, lo que significa que no tuvieron dinero o recursos suficientes para llevar una dieta saludable.

El Banco Mundial resalta que aunque los precios de los fertilizantes han bajado, siguen altos. Diferentes gremiales advierten que estos altos costos y factores climatológicos como El Niño ponen en riesgo el ciclo agrícola 2023/24.

“Los precios de los insumos siguen altos, esto vendría a profundizar la crisis que anunciamos el año pasado (…) además hemos planteado que el clima va a estar bastante complicado, uno por el fenómeno La Niña (con más lluvias de lo habitual), y luego El Niño (menos lluvias) que sí es más complicado porque es sequía”, dijo Luis Treminio, hace unas semanas.

En la cosecha 2022/23 el alto costo de los insumos y el exceso de lluvias, provocó una caída de 8.7 millones de quintales de granos básicos en la cosecha pasada, según estadísticas no oficiales, por lo que llaman a tomar acciones.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/economia/Segun-el-Banco-Mundial-El-Salvador-necesitara-de-ayuda-alimentaria-20230329-0128.html