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During the enforcement of the exception regime, from March 27, 2022, until today, 406 inmates suffering from serious diseases have died inside prison centers, according to records from the penitentiary system accessed by LA PRENSA GRÁFICA.

The same system indicates that in the various prisons of the country, there are 18,000 inmates with at least one disease, with the prisons of Mariona, Izalco, and Apanteos having the highest numbers of sick inmates. According to the data, there are 18,756 people with severe chronic diseases, while there are 4,987 records of milder conditions.

The La Esperanza Preventive and Compliance Center, better known as Mariona, has 2,534 sick people; the Izalco Penal Center has 3,457; and the Apanteos Preventive and Compliance Center has 2,678. Another 5,100 are in the penitentiary farms of Zacatecoluca and Usulután, combined, according to the data.

The most recorded diseases are tuberculosis, hypertension, diabetes, and HIV. According to the system, the prisons with the best medical care for the sick are the Jucuapa Preventive Center in Usulután, the Zacatecoluca Farm, and the Quezaltepeque Prison.

Last Wednesday, March 8, there was a massive transfer of sick inmates. That night, 800 inmates were moved to the Zacatecoluca Minor Detention Center, known as “La Granja.”

According to the information obtained by LA PRENSA GRÁFICA, these transferred inmates have advanced diabetes, kidney failure, tuberculosis, and cancer.

Another 200 were sent to the Terrorism Confinement Center (CECOT) in Tecoluca, but they are trusted inmates held in sector 7 of Mariona.

The data confirms the publications of LA PRENSA GRÁFICA during the exception regime, in which former inmates have related the precarious conditions they experienced inside the prisons due to overcrowding and infectious diseases they suffered, in addition to the lack of medical attention. The most mentioned diseases are scabies, tuberculosis, and chickenpox.

Internal medicine and infectious disease doctor Jorge Panameño spoke about the current situation of inmates and the consequences of overcrowding, which increased by 300% since the beginning of the exception regime, as documented by this medium.

The specialist said that overcrowding is critical in spreading respiratory diseases among the prison population. He stated that prison centers have always had high rates of tuberculosis and that today this number is even higher. The disease affects people with low defenses, such as diabetics, and those suffering from kidney, liver, chronic, or lung infections.

Next are skin diseases, such as scabies or human mange. For the doctor, overcrowding is an environment conducive to the spread of these diseases, as well as fungal infections, COVID-19, and chickenpox.

“If a person with diabetes does not receive timely and appropriate treatment, they can fail early due to complications and lack of medication. People with diabetes die very quickly because they develop multiple complications, not to mention those who suffer from heart disease, have high blood pressure, congestive heart failure, or have kidney failure,” the specialist asserted.

“Whoever conceived this strategy (regime) should have taken these factors into account, think and address this appropriately,” he added.

Social organizations record people who have been arrested and have health problems. As of March 6, Cristosal reported 3,252 cases, 257 with chronic diseases, according to complaints.

Rina Montti, Director of Human Rights Research at Cristosal, said that Salvadoran imprisonment has never guaranteed minimum rights, but in this context, it seems that conditions are even worse. “The most serious problem is everything we cannot see; the government’s opacity towards people deprived of liberty does not allow us to grasp the severity they could be experiencing fully,” she said.

Montti said they had approached the Attorney’s Office for the Defense of Human Rights (PDDH) so that the institution could learn about people’s health status and make it possible to provide them with medications. They have succeeded in some cases but have yet to in others. “Inmates are in deplorable conditions. Some people enter healthily and leave with problems they did not have. This is state negligence, which not only fails to guarantee minimum rights but is also uncovering through actions or negligence. These new conditions put people at risk,” she asserted.

Meanwhile, the Human Rights Institute of UCA reported 597 cases attended to date. Of these, 88 are sick people.

Jorge Rodríguez, a coordinator of the University Observatory of Human Rights (OUDH), said that due to the current situation, it is necessary to apply a differentiated approach and treatment for all vulnerable populations in the inmate population. “Prison overcrowding makes it difficult to guarantee basic health rights, so it is urgent to study alternative measures for people with diseases and chronic conditions.”

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/406-muertos-por-enfermedades-durante-regimen-en-El-Salvador-20230310-0113.html

406 muertos por enfermedades durante régimen en El Salvador

Durante la vigencia del régimen de excepción, desde el 27 de marzo de 2022 hasta hoy, un total de 406 privados de libertad que padecían enfermedades consideradas graves han muerto dentro de los centros penales, de acuerdo con registros del sistema penitenciario a los cuales tuvo acceso LA PRENSA GRÁFICA.

El mismo sistema arroja que las distintas cárceles del país hay 18,000 reo que presentan al menos una enfermedad, siendo los penales de Mariona, Izalco y Apanteos los que más enfermos arrojan. De acuerdo con los datos, hay 18.756 personas con enfermedades crónicas graves, mientras que por otras enfermedades más leves hay 4.987 registros.

El Centro Preventivo y de Cumplimiento de Penas La Esperanza, más conocido como Mariona, registra 2,534 personas enfermas; el Centro Penal de Izalco, 3.457; y el Centro Preventivo y de Cumplimiento de Peñas de Apanteos, 2.678. Otros 5,100 están en las granjas penitenciarias de Zacatecoluca y Usulután, en conjunto, según los datos.

Las enfermedades más registradas son tuberculosis, hipertensión, diabetes y VIH. Según el sistema, los penales con mejor atención médica para los enfermos son el Centro Preventivo de Jucuapa en Usulután, la Granja de Zacatecoluca y el Penal de Quezaltepeque.

El pasado miércoles 8 de marzo se realizó un traslado masivo de reo enfermos. Ese día por la noche 800 privados de libertad fueron movilizados hacia el Centro de Detención Menor de Zacatecoluca, conocido como “La Granja”.

Según la información obtenida por LA PRENSA GRÁFICA, estos reos trasladados padecen diabetes avanzada, insuficiencia renal, tuberculosis y cáncer.

Otros 200 fueron enviados al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en Tecoluca, pero son reos en fase de confianza que estaban recluidos en el sector 7 de Mariona.

Los datos confirman las publicaciones de LA PRENSA GRÁFICA durante el régimen de excepción, en la que ex privados de libertad han relacionado las precarias condiciones vividas dentro de las cárceles por el hacinamiento y las enfermedades infecciosas que padecieron, además de la falta de atención médica. Las enfermedades que más mencionan son escabiosis, tuberculosis y varicela.

El médico infectólogo internista Jorge Panameño habló sobre la situación que atraviesan actualmente los reos y las consecuencias del hacinamiento, que aumentó en un 300 % desde que comenzó el régimen de excepción, según ha documentado este medio.

El especialista dijo que el hacinamiento es un factor clave para que enfermedades respiratorias se propaguen en la población carcelaria. Dijo que los centros penitenciarios siempre han registrado altos índices de tuberculosis y que hoy en día ese dato es mucho más alto. La enfermedad afecta a personas con defensas bajas, como los diabéticos, los que padecen infecciones renales, hepáticas, crónicas o pulmonares.

Luego siguen enfermedades de la piel, como lo son la escabiosis o la sarna humana. Para el médico, el hacinamiento es un ambiente propicio para que estas enfermedades se propaguen, igual que las infecciones de hongos, covid-19 y varicela.

“Si una persona que tiene diabetes no recibe el tratamiento de manera oportuna y apropiada puede fallar de manera temprana por la complicación y por falta de medicamentos. Los diabéticos se mueren muy rápido porque desarrolla múltiples complicaciones, ya no digamos quien padece del corazón, tiene la presión alta, una insuficiencia cardiaca congestiva o insuficiencia renal”, aseveró el especialista.

“Quien convenció esta estrategia (régimen) tuvo que haber tomado en cuenta estos factores, pensar y abordar de manera apropiada esto”, añadió.

Las organizaciones sociales llevan sus propios registros de personas que han sido capturadas y tienen problemas de salud. Hasta el 6 de marzo Cristosal apareció 3.252 casos, 257 con enfermedades crónicas, según las denuncias.

Rina Montti, directora de Investigación en Derechos Humanos de Cristosal, dijo que el encarcelamiento salvadoreño nunca ha sido garantía de los derechos mínimos, pero en este contexto parece que las condiciones son aún peores. “El problema más grave es todo lo que no podemos ver, la opacidad del gobierno frente a las personas privadas de libertad, no permite dimensionar toda la gravedad en que podrían estar”, aseguró.

Montti dijo que se han acercado a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) para que la institución realice gestiones para conocer el estado de salud de las personas y que sea posible llevarles medicamentos. Han logrado hacerlo en algunos casos, pero en otros no. “Los privados de libertad están en muy malas condiciones. Algunas personas entran con salud y están saliendo con problemas que no tienen. Esto definitivamente se constituye como una negligencia del Estado, que no solo no garantiza los derechos mínimos, sino que también está descubriendo, por acciones o negligencia, nuevas condiciones que ponen en riesgo a las personas”, aseveró.

Por su parte, el Instituto de Derechos Humanos de la UCA produjo 597 casos atendidos hasta la fecha. De estos, 88 son de personas enfermas.

Jorge Rodríguez, coordinador del Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH), dijo que por la situación actual es necesario aplicar un enfoque y un trato diferenciado con todas las poblaciones vulnerables en la población privada de libertad. “El hacinamiento carcelario dificulta garantizar los derechos básicos a la salud, por lo que es urgente estudiar medidas alternativas para las personas con enfermedades y padecimientos crónicos”.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/406-muertos-por-enfermedades-durante-regimen-en-El-Salvador-20230310-0113.html