The president of Colombia, Gustavo Petro, and his counterpart in El Salvador, Nayib Bukele, clashed on Twitter on Wednesday over the methods used by the Central American country in its vertical offensive against gangs. The discussion began when Bukele published a video in which Petro is seen criticizing the ways of the Salvadoran president and calling a prison where thousands of gang members who have been captured, mainly during the exception regime in force for a year, are imprisoned in a “concentration camp.” He also advocates education as a way to reduce homicides.
In the video, recorded this Monday during the delivery of the technological headquarters El Ensueño, in the south of Bogota, Petro is seen stating: “The president of El Salvador is proud because he reduced the homicide rate from, he says, a subjugation of the gangs that today are in those prisons, in my opinion, Dantesque.” Later, he adds: “We also managed to reduce that homicide rate, crime, violence, but not through prisons, but through universities, schools, spaces for dialogue, spaces for poor people to stop being poor.”
After mentioning Petro, the Salvadoran president responded minutes later: “Results outweigh rhetoric.” He then wished Colombia “actually manages to lower the homicide rates.” Shortly after, the Colombian added to the confrontation: “We went from 90 homicides per 100,000 inhabitants in 1993 in Bogota to 13 homicides per 100,000 inhabitants in 2022. We did not build prisons but universities”. And then, he invited the Salvadorans to “compare experiences” in an international forum.
Bukele, without accepting Petro’s forum proposal, appealed to irony and a figure as if to settle the controversy: “Since 1993? 30 years… Did you govern for 30 years? Bogota? Aren’t you the president of Colombia? Our experience: From more than 100 homicides per 100,000 inhabitants, we are now in the single digits. And the reduction was rapid because the dead do not recover”.
Petro y Bukele chocan en Twitter por las cárceles para encerrar a las maras en El Salvador
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele, han chocado este miércoles en Twitter por los métodos que usa el país centroamericano en su vertical ofensiva contra las pandillas. La discusión comenzó cuando Bukele publicó un video en el que se ve a Petro criticar los métodos del mandatario salvadoreño y llamando “campo de concentración” a una cárcel en la que están presos miles de miembros de las maras que han sido capturados, en su mayoría durante el régimen de excepción en vigor desde hace un año. Además, hace una defensa de la educación como manera de reducir los homicidios.
En el video, grabado este lunes durante la entrega de la sede tecnológica El Ensueño, en el sur de Bogotá, se ve a Petro afirmar: “El presidente de El Salvador se siente orgulloso porque redujo la tasa de homicidios a partir, dice él, de un sometimiento de las bandas que hoy andan en esas cárceles, en mi opinión, dantescas”. Más adelante, agrega: “Nosotros logramos reducir, igualmente, esa tasa de homicidios, de criminalidad, de violencia, pero no a partir de cárceles, sino de universidades, de colegios, de espacios para el diálogo, de espacios para que la gente pobre dejase de ser pobre”.
El presidente salvadoreño respondió, minutos más tarde, tras mencionar a Petro: “Los resultados pesan más que la retórica”. Luego deseó que Colombia “en realidad logre bajar los índices de homicidios”. Poco después, el colombiano alargó la confrontación: “Pasamos de 90 homicidios por cada 100.000 habitantes en 1993 en Bogotá a 13 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2022. No hicimos cárceles sino universidades”. Y después invitó al salvadoreño a “comparar las experiencias” en un foro internacional.
Bukele, sin aceptar la propuesta del foro de Petro, apeló a la ironía y a una cifra como para zanjar la polémica: “¿Desde 1993? 30 años… ¿Usted gobernó 30 años? ¿Bogotá? ¿No es usted presidente de Colombia? Nuestra experiencia: De más de 100 homicidios por cada 100.000 habitantes, ahora estamos en cifras de un solo dígito. Y la reducción fue rápida, porque los muertos no se recuperan”.