On February 16, the Official Gazette published the reforms to the Penal Code, which enable the imposition of 10 to 15 years of imprisonment for those who impede or obstruct the registration of candidacies for a popular election that complies with the legal requirements to compete.
“g) Whoever by any means impedes or obstructs the registration of candidacies when they comply with the requirements established in the laws of the matter, the elaboration of credentials, the electoral registry or the free exercise of suffrage in any of its modalities or interferes in the scrutiny of votes,” says the amendment to Art—295 of the Penal Code.
The same penalty shall apply to those who enter the system or computer program used for the exercise of suffrage to interrupt, interfere, hinder, or alter the operation of the same to slow down the voting platforms or the server temporarily or permanently through the use of massive entry requests, massive entry request programs, creating massive request programs or software or any other method. This crime is typified in Art. 295-A as “Attempts against the right to vote.”
The amendments also establish prison sentences of between 15 to 20 years for those who commit “special cases of electoral fraud,” this being understood as the collaboration or conspiracy of a person for another person to access the computer system of the electoral process to alter it or manipulate the operation of the voting platforms, to destroy, modify or changing the data or blocking programs.
If an official employing threats or deceit committed the crime, it would be increased by one-third of the maximum penalty. Meanwhile, if the person committing the offense is a gang member, the penalty will be 20 to 30 years of imprisonment. And if a person is incited to commit these crimes and does not inform the authorities, they will incur the crime of commission by omission.
The ruling party’s deputies approved these reforms in the Assembly in January of this year.
President Bukele has said that he will seek immediate presidential reelection in 2024, although the Constitution prohibits it; however, the Constitutional Chamber imposed by the ruling party ruled in September 2021 that Bukele is entitled to run for president.
Electoral experts Ruth Eleonora López and the director of Acción Ciudadana, Eduardo Escobar, have warned that this reform is an “intimidation” and “threat” for those who dare to challenge Bukele’s candidacy. “It is a salbeque (harassment),” criticized López in statements to El Diario de Hoy earlier.
While other lawyers and the magistrate of the Supreme Electoral Tribunal, Julio Olivo, consider that the penal reform seeks to force the TSE to register the candidacy of the current president.
Olivo described such reform as “dangerous.” “It directly penalizes the magistrates and is dedicated to those of us who reason our votes. They say they will apply for 10 to 15 years in prison for refusing to register a candidacy. This has never been seen in the country’s history”, reproached Olivo.
According to the electoral judge, this regulation is directed to the magistrates of the Tribunal and the Departmental Vigilance Boards (JVD) members who register the candidates for councils.
“That is dangerous because it is as if the judge was resolving, as I once said: with a gun to the forehead because they will put you in jail if you do not register the candidacy,” lamented Olivo.
The threat is also directed to the citizens who reveal their rejection of the governor’s candidacy, also said the constitutional lawyer Enrique Anaya.
“It is an obvious message to two groups: one, to those magistrates of the TSE, whether Mr. Olivo or any other magistrate who opposes and does not authorize the registration of the president, and it is also directed to all those who express our disagreement with this candidacy, that is, any decent person and as I said, every constitutionalist in this country is opposed to such nonsense of immediate reelection,” he said.
He also analyzed that it is a way to close the circle around Bukele’s presidential candidacy since, in Anaya’s opinion, the government is transparent that it is illegal and, therefore, wants to guarantee that any person who expresses his refusal to register him will be penalized.
Reforma penal que impone hasta 20 años de cárcel por obstaculizar candidaturas ya entró en vigencia
Con fecha 16 de febrero, el Diario Oficial publicó las reformas al Código Penal que habilitan la imposición de 10 a 15 años de prisión para quienes impidan u obstaculicen la inscripción de candidaturas a elección popular que cumplen con los requisitos legales para competir.
“Será sancionado con pena de prisión de diez a quince años, si el fraude electoral fuere cometido con cualquiera de las siguientes circunstancias: g) El que por cualquier medio impidiere u obstaculizare la inscripción de candidaturas cuando éstas cumplan con los requisitos establecidos en las leyes de la materia, la elaboración de credenciales, el registro electoral o el libre ejercicio del sufragio en cualquiera de sus modalidades o interfiera en el escrutinio de votos”, dice la enmienda al Art. 295 del Código Penal.
La misma pena tendrán quienes ingresen al sistema o programa informático utilizado para el ejercicio del sufragio, con la finalidad de interrumpir, interferir, obstaculizar o alterar el funcionamiento de este para ralentizar las plataformas de votación o el servidor de forma temporal o permanente, mediante la utilización de solicitudes de ingresos masivas, programas de solicitudes de ingreso masivas, creando programas o software de petición masiva o cualquier otro método. Este delito está tipificado en el Art. 295-A como “Atentados contra el derecho al sufragio”.
Las modificaciones también establecen penas de cárcel de entre 15 a 20 años para quienes cometan “casos especiales de fraude electoral”, entendiéndose éste como la colaboración o conspiración de una persona para que otra acceda al sistema informático del proceso electoral, para alterarlo o manipular el funcionamiento de las plataformas de votación, con la intención de destruir, modificar o alterar los datos o el bloqueo de programas.
Si el delito fuese cometido por un funcionario, mediante amenazas o engaños, se aumentaría en una tercera parte de la pena máxima. En tanto, si quien comete el delito es miembro de una pandilla, la sanción será de 20 a 30 años de prisión. Y si una persona es incitada a cometer estos delitos y no informa a las autoridades incurrirá en el delito de comisión por omisión.
Estas reformas fueron aprobadas por los diputados del oficialismo en la Asamblea en enero de este año.
El presidente Bukele ha dicho que buscará la reelección presidencial inmediata en 2024, pese a que la Constitución lo prohibe; sin embargo, la Sala de lo Constitucional impuesta por el oficialismo resolvió en septiembre de 2021 que Bukele sí está facultado para optar a la candidatura presidencial.
Los expertos electorales, Ruth Eleonora López y el director de Acción Ciudadana, Eduardo Escobar, han advertido que esta reforma es una “intimidación” y “amenaza” para quienes se atrevan a impugnar la candidatura de Bukele. “Es un salbeque”, criticó López en declaraciones a El Diario de Hoy anteriormente.
Mientras que otros abogados y el magistrado del Tribunal Supremo Electora, Julio Olivo, consideran que la reforma penal busca obligar al TSE a que inscriba la candidatura del actual mandatario.
Olivo calificó tal reforma como “peligrosa”. “Directamente penaliza a los magistrados y va con dedicatoria a aquellos que razonamos nuestros votos. Dicen que van a aplicar de 10 a 15 años de prisión por negarnos a inscribir una candidatura. Nunca se había visto eso en la historia del país”, reprochó Olivo.
A juicio del juez electoral, esta normativa va dirigida para los magistrados del Tribunal y para integrantes de Juntas de Vigilancia Departamentales (JVD) que inscriben a los candidatos a concejos.
“Eso es peligroso, porque es como que el juez estuviera resolviendo como yo lo dije en una ocasión: con la pistola en la frente, porque lo meten preso si usted no inscribe la candidatura”, lamentó Olivo.
La amenaza también va dirigida a los ciudadanos que develen su rechazo a la candidatura del gobernante, dijo también el abogado constitucionalista, Enrique Anaya.
“Es un evidente mensaje para dos grupos: uno, para aquellos magistrados del TSE, ya sea el Señor Olivo o cualquier otro magistrado que se opusiera y no autorizara la inscripción del mandatario, y también va dirigido a todos aquellos que expresemos nuestra inconformidad con esa candidatura, es decir, cualquier persona decente y que como yo comenté, todo constitucionalista en este país se opone a semejante disparate de la reelección inmediata”, afirmó.
También analizó que es una forma de cerrar el círculo en torno a la candidatura presidencial de Bukele, pues a juicio de Anaya, el gobierno tiene claro que es ilegal, y por lo tanto, quiere garantizar que cualquier persona que exprese su negativa a inscribirlo sea penalizada.