Leonor Arteaga Rubio, Senior Program Officer of the Due Process of Law Foundation (DPLF), specialist in transitional justice issues, points out in an opinion column for the digital newspaper El Faro, that in the context of the exception regime, “short-term disappearances” of people who were arbitrarily detained and whose location has been denied by the police or military who carried out the detention to their relatives and lawyers are being checked. Cases have also been reported in which the existence of the detention has been initially acknowledged, but then the detained persons have been transferred to penitentiary centers without details of their whereabouts being known. These behaviors constitute “secret detentions”, which is a variant of enforced disappearance prohibited by the International Convention for the Protection of All Persons from Enforced Disappearance, in its article 17.
He adds that according to international and national law, those cases perpetrated by gangs would be disappearances “unrelated to the actors from the State”, because they are allegedly committed by non-state actors without a link to the State, while those perpetrated by the police would qualify as “enforced disappearances”, because they are committed by state agents or by private individuals acting in complicity with the State. What both categories have in common is that they occur against the will of the victim and that they are continuous in nature, continuing to occur until the final fate of the disappeared person is established.
El Faro: https://elfaro.net/es/202302/columnas/26702/Desapariciones-en-El-Salvador-una-deuda-en-ascenso.htm
Desapariciones en El Salvador: una deuda en ascenso
Leonor Arteaga Rubio, Oficial senior de Programa de la Fundación para el Debido Proceso (DPLF), especialista en temas de justicia transicional, señala en una columna de opinión para el periódico digital El Faro, que en el marco del régimen de excepción se están viendo “desapariciones de corta duración” de personas que fueron arbitrariamente detenidas y su ubicación ha sido negada por los policías o militares que practicaron la detención a sus familiares y abogados o abogadas. También se han denunciado casos en los que se ha reconocido inicialmente la existencia de la detención, pero luego las personas detenidas han sido trasladas a centros penitenciarios sin que se sepan detalles sobre su paradero. Estas conductas constituyen “detenciones secretas”, que es una variante de desaparición forzada prohibida por la Convención Internacional para la protección de todas las personas contras las Desapariciones Forzadas, en su artículo 17.
Agrega que según el derecho internacional y nacional, las perpetradas por pandillas serían desapariciones “a secas”, por cometerse presuntamente por actores no estatales sin un vínculo con el Estado, mientras que las perpetradas por la Policía sí calificarían como “desapariciones forzadas”, por tratarse de agentes estatales o por particulares actuando en complicidad con el Estado. Lo que tienen en común ambas categorías, es que se dan en contra de la voluntad de la víctima y que tienen carácter continuo, siguen ocurriendo hasta que se establezca el destino final de quien desapareció.
El Faro: https://elfaro.net/es/202302/columnas/26702/Desapariciones-en-El-Salvador-una-deuda-en-ascenso.htm