President Nayib Bukele reaffirmed in his observations to the Public Procurement Law that government officials will be able to participate in contracts awarded by the State, affirmed experts in economy and transparency, consulted by El Diario de Hoy (EDH). The President’s objections were accepted without question by his ruling party’s deputies on February 8.
The experts say that if the president’s interest was to remedy to some extent the criticisms received by the new regulation, since it was promoted in the Assembly, the wording of the questioned article 25 of the law does not solve them, as they consider that it continues to be a “legal” tool for public officials to do business with the government.
Bukele had Article 25 literal a) observed regarding those who are prevented from being bidders or contractors of the State, as follows: “In the acquisitions carried out by each institution, the following are prohibited from participating or being bidders and contractors: a) public officials, directors and any other popularly elected officials, as well as those public servants who handle funds and confidential information and legal entities in which they hold the status of owners, partners, shareholders, administrators, managers, directors, directors, councilors or legal representatives, in any institution of the public administration.”
Ruth López, a transparency expert, stated that the wording of the mentioned article might have been improved, but ministers and vice ministers are not excluded from this impediment.
“Public officials are limited to those of popular election and those of second degree, without expressly excluding Ministers and Vice Ministers, who cannot be automatically assumed to fall into the category of those who ‘handle public funds’, because the handling of funds could be considered only for those who execute payments, for example, payers, heads of financial units, administrators of petty cash, etc.”, said Lopez.
For his part, economist Rafael Lemus explains that from the beginning, they warned about article 25, as did ARENA deputies Rodrigo Avila and Anabel Belloso of the FMLN, that this section facilitated the participation of ministers and government secretaries in public bids.
In that sense, he says that the pro-government deputies tried to correct that mistake in the Economy Commission, placing “a patch” in one of its paragraphs, to establish that they could do it, as long as it was not within the institution they lead, which in Lemus’ opinion, caused an even more confusing wording.
Later, Deputy Suecy Callejas of Nuevas Ideas tried to make things more straightforward, making another modification in the plenary during the discussion of the law before its approval, that the restrictions were for the rest, not for officials in a different institution where they hold the position.
“From the beginning, the project already had this conflict of interest; what they have done is to confirm it and even ratify it by the president because the president already signs the observations,” affirmed Lemus.
Expertos: Bukele deja en firme que funcionarios puedan ofertar al Estado
El presidente Nayib Bukele reafirmó en sus observaciones a la Ley de Compras Públicas, que los funcionarios del gobierno podrán participar en contratos otorgados por el Estado, afirmaron expertos en economía y transparencia, consultados por El Diario de Hoy. Los reparos del mandatario fueron aceptados sin ningún cuestionamiento por sus diputados de la bancada oficialista este 8 de febrero.
Los especialistas dicen que si el interés del presidente era subsanar en alguna medida las críticas que recibió la nueva normativa, desde que fue impulsada en la Asamblea, la redacción del cuestionado artículo 25 de la ley no las solventa, pues consideran que sigue siendo una herramienta “legal” para que los funcionarios públicos puedan hacer negocios con el gobierno.
Bukele mandó observado el artículo 25 literal a) en lo relativo a quienes están impedidos de ser oferentes o contratistas del Estado, de la siguiente manera: “En las adquisiciones que lleve a cabo cada institución, se prohíbe que participen o sean oferentes y contratistas: a) funcionarios públicos, directores y cualquier otro de elección popular, así como aquellos servidores públicos que manejen fondos e información confidencial y las personas jurídicas en las que éstos ostenten la calidad de propietarios, socios, accionistas, administradores, gerentes, directivos, directores, concejales o representantes legales, en cualquier institución de la administración pública”.
Ruth López, experta en transparencia, manifestó que se podrá haber mejorado la redacción del citado artículo, pero no excluyen a los ministros y viceministros de ese impedimento.
“Los funcionarios públicos quedan limitados a los de elección popular y los de segundo grado, sin que se excluya expresamente a los Ministros ni Viceministros, los que no puede asumirse automáticamente que entran en la categoría de aquellos que ‘manejan fondos públicos’, porque el manejo de fondos podría ser considerado solo para quienes ejecutan pagos, por ejemplo: los pagadores, Jefes de unidades financieras, administradores de cajas chicas, etc.”, aseveró López.
Por su parte, el economista Rafael Lemus, explica que desde un principio se advirtió sobre el artículo 25 y que también lo hicieron en su momento, los diputados de ARENA, Rodrigo Ávila, y Anabel Belloso, del FMLN, de que ese apartado facilitaba la participación de ministros y secretarios del gobierno en licitaciones públicas.
En ese sentido, dice que los diputados oficialistas trataron de corregir esa falencia en la comisión de Economía, colocando “un parche” en uno de sus literales, para dejar establecido que lo podrían hacer, siempre y cuando no fuera dentro de la institución que dirigen, lo que a juicio de Lemus, provocó una redacción aún más confusa.
Luego la diputada Suecy Callejas, de Nuevas Ideas, intentó que las cosas quedaran más claras, haciendo otra modificación en el pleno durante la discusión de la ley, previo a su aprobación, de que las restricciones eran para el resto, no para funcionarios en una institución distinta en donde ejercen el cargo.
“Desde el inicio el proyecto ya traía ese conflicto de interés, lo que han hecho es irlo confirmando y hasta ratificando por parte del presidente, porque las observaciones ya las firma el presidente”, afirmó Lemus.