“It is not that they left peacefully, but out of fear” — “No es que se haya salido pacíficamente, sino por miedo”

Feb 7, 2023

The vendors claim that the mayor's office of San Salvador has not yet guaranteed immediate relocation, but they agreed to vacate because they fear being captured by the emergency regime. — Los vendedores afirman que la alcaldía de San Salvador todavía no les ha garantizado una reubicación inmediata, pero que aceptaron desalojar porque temen ser capturados por el régimen de excepción.

It is Monday morning. Mayor Mario Durán had just given an interview on Telecorporación Salvadoreña (TCS),where he spoke of the “largest mobilization” of vendors that his administration has undertaken so far as part of the third phase of the Revitalization Plan of the Historical Center: more than 4,000 merchants in 68 blocks, ranging from 4th Avenida Norte, from 2nd Calle Oriente to “Alameda Juan Pablo II,” “Calle Delgado” and 6th, 8th, and 10th Avenues, and 1st and 3rd “Calle Oriente.”

Durán said in that interview that the mobilization resulted from dialogue. The same version was maintained by Irvin Rodríguez, head of the Technical Unit of Commerce in the Public Space, in a press conference offered earlier in the day. “Several months of dialogue and consensus have allowed thousands of self-employed merchants, who for years were in the ex-library, Delgado Street, and surrounding areas, to begin to dismantle voluntarily,” he said.

In Delgado Street, in the middle of the cleaning works in the area, the evicted vendors found out about these statements. “Let him understand that people have not left peacefully but have left and do not speak out of fear,” says the vendor, who prefers not to reveal her name precisely out of fear. “We want to express ourselves, but we are afraid of the emergency regime and going to jail,” she explains.

A 74-year-old woman witnesses the scene, but she limits herself to cry. She says that the means that allowed her to subsist for more than 20 years has disappeared. Since Saturday, when the dismantling began, she says, she has been in the area guarding the ironwork of what used to be her stall. What is left, she says as she dries her tears, she will sell it to make some money while she looks for other sources of income.

The same woman who complains about the emergency regime says that “harm has been done to the elderly” but also stresses that most evicted merchants are women heads of household. “Some people say it looks nice, and it does look nice, but you have to take food home, too,” adds another vendor.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/No-es-que-se-haya-salido-pacificamente-sino-por-miedo-20230206-0087.html

“No es que se haya salido pacíficamente, sino por miedo”

Es lunes por la mañana. El alcalde Mario Durán acababa de dar una entrevista en la Telecorporación Salvadoreña (TCS) donde habló de la “mayor movilización” de vendedores que su gestión ha emprendido hasta ahora, como parte de la tercera fase del Plan de Revitalización del Centro Histórico: más de 4,000 comerciantes en 68 cuadras, que comprenden desde la 4.ª hasta la 18.ª Avenida Norte, desde la 2.ª Calle Oriente hacia la “Alameda Juan Pablo II”, Calle “Delgado” y la 6.ª, 8.ª y 10.ª Avenida, así como la 1.ª y 3.ª Calle Oriente.

Durán había dicho en esa entrevista que la movilización fue fruto del diálogo y la misma versión sostuvo Irvin Rodríguez, jefe de la Unidad Técnica de Comercio en el Espacio Público, en una conferencia de prensa ofrecida más temprano. “Varios meses de diálogo y consenso han permitido que miles de comerciantes por cuenta propia, que durante años estuvieron en el predio exbiblioteca, Calle Delgado y zonas aledañas, comiencen a desmontar voluntariamente”, aseguró.

En la Calle Delgado, en medio de los trabajos de limpieza en la zona, los vendedores desalojados se enteraron de esas declaraciones. “Que entienda que la gente no se ha salido pacíficamente, sino que se ha salido y no habla por miedo”, dice la vendedora, que prefiere no revelar su nombre precisamente por temor. “Queremos expresarnos, pero tenemos miedo del régimen de excepción e ir a parar a la cárcel”, explica.

Una mujer de 74 años presencia la escena, pero se limita a llorar. Dice que el medio que le permitió subsistir por más de 20 años ha desaparecido. Desde el sábado que inició el desmantelamiento, relata, se mantuvo en la zona cuidando los hierros de lo que antes era su puesto. Lo que quedó, dice mientras seca sus lágrimas, lo venderá para sacar algo dinero, mientras busca otra fuentes de ingresos.

La misma mujer que reclama por el régimen de excepción expone que “se le ha hecho daño a las personas de la tercera edad”, pero también subraya que la mayoría de comerciantes desalojados son mujeres jefas de hogar. “Algunas personas dicen que se ve bonito y sí se ve bonito, pero hay que llevar comida a la casa también”, agrega otra vendedora.

LPG: https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/No-es-que-se-haya-salido-pacificamente-sino-por-miedo-20230206-0087.html