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The Mara Salvatrucha-13, the Revolucionarios or Sureños factions of 18th Street and other smaller gangs like the Mao-Mao, La Mirada Locos, and CODEMAR no longer operate in the streets of El Salvador — or at least not as they had before. After ten months in a state of exception that has curbed basic constitutional rights, the administration of President Nayib Bukele has managed to undermine the gangs’ territorial presence and control, their main source of financing —extortion— and their internal structure.

To verify this, El Faro visited 14 communities who for years lived under gangs’ ironclad control in the west, center, and east of the country; traversed the old criminal borderlines in the Center District of San Salvador; spoke to a veteran gang leader on the run and no longer in El Salvador; interviewed business people of different levels who for years were extorted by these groups; and conversed with police officers, religious leaders, NGOs, and political parties. The conclusion is that the gangs do not exist in this moment as El Salvador knew them for decades.

A veteran gang leader from the highest circles of power in his criminal organization agreed to speak with El Faro on the condition that his name, gang, and country where he now lives be withheld. He was part of the influential circles with knowledge of the negotiations that these organizations have held with various governments, from 2012 to the present administration.

When asked directly whether the Bukele administration had destroyed the gangs, he responded unequivocally: “Yes, they have ruined the gangs as you knew them. If what you mean to ask is whether there are no longer any cipotes [gang members] with presence in these places, it’s true. They’re no longer there. If you want to see it that way, then yes: they have ruined the gangs.”

Full text available in English…

El Faro: https://elfaro.net/en/202302/el_salvador/26694/Bukele-Government-Dismantled-Gang-Presence-in-El-Salvador.htm

Régimen de Bukele desarticula a las pandillas en El Salvador

Ni la Mara Salvatrucha-13, ni las dos facciones del Barrio 18 -Sureños y Revolucionarios-, ni otras pandillas menores, como la Mao-Mao, La Mirada Locos o CODEMAR, operan más en las calles de El Salvador de la forma en que lo hicieron por décadas. Tras diez meses de régimen de excepción, en el que han sido suprimidas garantías constitucionales, el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha desestructurado a las pandillas de El Salvador, socavando su control territorial, su principal vía de financiamiento y su estructura jerárquica. El Faro habló con un veterano líder pandillero, ahora en huida fuera del país; visitó 14 comunidades que solían vivir bajo control pandillero en las zonas occidental, central y oriental del territorio; recorrió el Centro capitalino, circulando por las fronteras criminales controladas durante décadas por pandillas; habló con empresarios de distintos niveles sometidos por años al pago de extorsión; con policías, oenegés y políticos de oposición. La conclusión es contundente: las pandillas ya no existen de la manera en que El Salvador las ha padecido.

Un veterano líder pandillero, que escaló hasta los niveles más altos de su estructura criminal, habló con El Faro a condición de que no se revelara su nombre, su pandilla o el país en que vive. Esta persona fue parte de los influyentes círculos que tuvieron conocimiento de las negociaciones que estas organizaciones llevaron a cabo con distintos gobiernos desde 2012 hasta la actual administración. 

Ante la pregunta directa: “¿El Gobierno de Bukele destruyó a las pandillas?”, respondió: “Sí, desbarató a las pandillas como las conocías. Si lo que decís es que ya no están cipotes teniendo presencia en los lugares, es cierto. Ya no están. Si lo querés ver de esa manera, así es, desbarató a las pandillas”.

Esta fuente explicó que las estructuras en los territorios se quedaron desconectadas durante esta administración de las cúpulas que las lideraban desde las cárceles. Según él, a diferencia de 2015, cuando el gobierno efemelenista del presidente Salvador Sánchez Cerén lanzó una embestida militar y policial contra las pandillas, en el actual escenario estas organizaciones criminales no contaron con directrices que les permitieran responder y enfrentar el embate del Estado. Según este pandillero, la generalidad de los “soldados” en la calle considera desde hace ya algún tiempo que sus líderes “los vendieron”. 

El Faro: https://elfaro.net/es/202302/el_salvador/26691/Régimen-de-Bukele-desarticula-a-las-pandillas-en-El-Salvador.htm