Contrary to the expectation of the Ministry of Finance that the country’s rating would improve as of this year, Fitch Ratings reaffirmed that it would maintain El Salvador’s rating at ‘CC,’ as it considers that, despite the pension reform and the payment of the 2023 bond, the country’s fiscal situation remains delicate.
The rating agency argues that El Salvador’s fiscal liquidity is very “tight” and that its access to the market is “extremely restricted amid high financing needs,” which makes some default “within the rating horizon” likely.
Fitch also notes that the debt swap between the Pension Investment Certificates (CIP) and the Transitional Funding Certificates (CFT) described in the pension reform, which was approved last December by the Legislative Assembly, “could amount to a default,” according to its sovereign rating criteria.
The Government of El Salvador (GOES) still needs to communicate the terms and conditions under which it will substitute the CIPs for the transition instruments. “Modifications to the terms of CIPs through this swap, including maturity and grace period extensions, could amount to a default,” the agency warned in a commentary released yesterday.
Last week, the Government of El Salvador announced that it had repaid $604 million plus interest to investors for the 2023 bond. The original debt was $800 million, but GOES made an early purchase last year.
Despite this action, Fitch remarked that the sources of financing for the country are still limited: “Implicit rates in the external market remain prohibitively high, which makes the government dependent on short-term domestic debt (Treasury Bills and Treasury Certificates).” For the agency, “refinancing risks are significant, as banks’ appetite and ability to expand their holdings of short-term debt are increasingly limited.”
Fitch ratings: los problemas fiscales de El Salvador se mantienen
Contrario a la expectativa del Ministerio de Hacienda, de que la calificación del país mejorara a partir de este año, Fitch Ratings reafirmó que mantendrá la nota de El Salvador en ‘CC’, pues considera que, a pesar de la reforma de pensiones y del pago del bono 2023, la situación fiscal del país sigue siendo delicada.
La agencia calificadora argumenta que la liquidez fiscal de El Salvador está muy “ajustada” y que su acceso al mercado es “extremadamente restringido en medio de las altas necesidades de financiamiento”, lo que hace probable algún tipo de incumplimiento “dentro del horizonte de calificación”.
Fitch señala, además, que el canje de deuda entre los Certificados de Inversión Previsional (CIP) y los Certificados de Financiamiento de Transición (CFT) descrito en la reforma de pensiones, que fue aprobada en diciembre anterior por la Asamblea Legislativa, “podría equivaler a un incumplimiento”, de acuerdo con sus criterios de calificación soberana.
El Gobierno de El Salvador (GOES) aún no ha comunicado los términos y condiciones bajo los que hará la sustitución de los CIP por los instrumentos de transición. “Las modificaciones a los términos de CIP a través de este intercambio, incluidas las extensiones de vencimiento y/o período de gracia, podrían equivaler a un incumplimiento”, advirtió la agencia en comentario difundido ayer.
La semana pasada, el Gobierno de El Salvador anunció que había cancelado $604 millones más intereses a los inversionistas por el bono del 2023. La deuda original era de $800 millones, pero el GOES hizo una compra anticipada el año pasado.
Pese a esta acción, Fitch remarcó que las fuentes de financiamiento para el país siguen siendo limitadas: “Las tasas implícitas en el mercado externo siguen siendo prohibitivamente altas, lo que hace que el gobierno dependa de la deuda interna a corto plazo (Letras del Tesoro y Certificados del Tesoro)”. Para la agencia, “los riesgos de refinanciación son significativos, ya que el apetito y la capacidad de los bancos para ampliar sus tenencias de deuda a corto plazo son cada vez más limitados”.