The approval of government institutions, starting with the Presidency of the Republic and including the Legislative Assembly, is relatively high without any doubt, or at least this is reflected in the data published in the recent survey of the Central American University “José Simeón Cañas,” which evaluates the perception that Salvadorans have about 2022.
In this sense, the UCA study aimed, in addition to knowing the population’s opinion on economic and security aspects, to understand what is the perception among the people about the performance of, precisely, the government.
In practical terms, almost all areas of the government passed if we take into account the grade given by the respondents for the work they did last year. However, the university explains what these reasons could be, based on the crossing of different variables that were taken as a basis during the research.
According to the vice-rector of Social Projection of the UCA, Omar Serrano, the fact that there is a high approval towards the government “is a multi-causal phenomenon,” among which stand out points such as the state of exception, something that has caused other institutions linked to security to be well evaluated, because “the state of exception sustains the popularity of the president,” he points out.
This is because, after President Nayib Bukele, who passed with a score of 8.37, it is the Armed Forces, the central government, and the National Civil Police (PNC) that get the best marks with 8.20, 8.04, and 8.0, respectively.
The other relevant institutions within the State, such as the Legislative Assembly, the Supreme Court of Justice (CSJ), or the Attorney General’s Office (PGR), obtained lower grades, which were 7.03, 7.02, and 6.99, respectively.
Another of the entities that came out well-evaluated thanks to the “shock wave” of the exception regime is the Directorate of Penal Centers, which obtained a score of 7.03, equaling the Legislative Assembly and surpassing the CSJ. However, this score changes according to the profile of the interviewees.
The second factor that drives this popularity, in addition to the exception regime, is the disinformation and official propaganda surrounding the entire government apparatus because, according to Serrano, it is a “massive communicational bombardment,” which includes attacks on government critics and the withholding of information.
The government controls what “it does not want people to know,” according to the academic, who also maintains that “the government is not interested in people being informed.”
An example of how disinformation or lack of knowledge influences the government’s good grades is that most Salvadorans need to be aware of the country’s most meaningful events, which include political or economic issues.
As a sample, the UCA consulted Salvadorans about their knowledge of specific facts such as the millionaire losses through multiple frauds that occurred in the Chivo Wallet platform, the reservation of information from Bandesal about the Trust to finance Bitcoin, the high indebtedness that the deputies have approved to President Bukele, the contracts for public projects given to relatives or friends of government officials, or the approval of a law that allows the Attorney General’s Office to request the information of the users of telephone companies in the country.
Desinformación y propaganda impulsan la alta aprobación del Gobierno de Bukele
La aprobación que tienen las instituciones de gobierno, comenzando por la Presidencia de la República y abarcando a la Asamblea Legislativa, es bastante alta sin ninguna duda, o al menos así lo reflejan los datos publicados en la reciente encuesta de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, la cual evalúa la percepción que tienen los salvadoreños sobre el 2022.
En este sentido, el estudio de la UCA apuntó, además de conocer la opinión de la población sobre los aspectos económicos y de seguridad, a conocer cuál es la percepción que hay entre la gente acerca del desempeño de, precisamente, el gobierno.
En términos prácticos, casi todas las áreas del gobierno aprobaron, si se toma en cuenta la nota que los encuestados dieron al trabajo que realizaron el año pasado. Sin embargo, la casa de estudios explica cuáles podrían ser esos motivos, partiendo del cruce de distintas variables que se tomaron como base durante la investigación.
Según el vicerrector de Proyección Social de la UCA, Omar Serrano, el hecho de que exista una alta aprobación hacia el gobierno “es un fenómeno multicausal”, entre los que destacan puntos como el estado de excepción, algo que ha provocado que otras instutuciones vinculadas a la seguridad salgan bien evaluadas, pues “el estado de excepción sostiene la popularidad del presidente”, señala.
Lo anterior debido a que luego del presidente Nayib Bukele, aprobado con un puntaje de 8.37, son la Fuerza Armada, el gobierno central y la Policía Nacional Civil (PNC) los que sacan las mejores notas con 8.20, 8.04 y 8.0, respectivamente.
Las demás instituciones relevantes dentro del Estado, como lo son la Asamblea Legislativa, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) o la Procuraduría General de la República (PGR), obtuvieron notas menores, las cuales fueron 7.03, 7.02 y 6.99, respectivamente.
Otra de las entidades que salió bien evaluada gracias a la “onda expansiva” del régimen de excepción es la Dirección de Centros Penales, la cual obtuve una nota de 7.03, igualando a la Asamblea Legislativa y superando a la CSJ, aunque esa nota cambia a partir del perfil de los entrevistados.
El segundo factor que impulsa esa popularidad, además del régimen de excepción, es la desinformación y la propaganda oficial que rodea a todo el aparato gubernamental, pues de acuerdo con Serrano es un “masivo bombardeo comunicacional”, el cual incluye ataque a personas críticas del gobierno y la reserva de información.
Básicamente, el gobierno controla lo que “no se quiere que la gente sepa”, según apunta el académico, quien además sostiene que “al gobierno no le interesa que la gente esté informada”.
Un ejemplo de cómo influye la desinformación o desconocimiento en las buenas notas del gobierno es que la mayoría de salvadoreños no está al tanto de las coyunturas más importantes en el país, las cuales incluyen el plano político o económico.
Para muestra, la UCA consultó a los salvadoreños acerca de su conocimiento sobre hechos puntuales como las pérdidas millonarias a través de múltiples fraudes ocurridos en la plataforma Chivo Wallet, la reserva de información de Bandesal acerca del Fideicomiso para financiar el Bitcoin, el alto endeudamiento que los diputados le han aprobado al presidente Bukele, los contratos para proyectos públicos entregados a familiares o amigos de funcionarios de gobierno, o la aprobación de una ley que permite que la Fiscalía solicite la información de los usuarios de las compañías telefónicas en el país.