El Salvador could become a prison where the president of the Republic, Nayib Bukele, is the warden (person who directs a penitentiary center). This was the opinion of Father Vicente Chopin when analyzing the security policies implemented by the Salvadoran government.
The priest refers to the exception regime implemented in the country since March 27 to justify fighting crime. According to official data, it has already captured more than 60,000 alleged gang members. In addition, at the beginning of December, the Salvadoran president announced that he would impose military cordons in the country’s large cities to intensify the capture of criminals.
Given these security measures, Chopin questioned what would happen after the thousands of alleged criminals had been imprisoned.
Chopin criticized that government authorities choose to look for the most straightforward solutions and implement media measures instead of focusing on education, prevention, or reinsertion.
“It is easier to repress a criminal than to reintegrate him, it would take a long time, so it is easier to ask for the death penalty and say: here this ends and why are we going to spend on building more universities, why are we going to spend on improving education if we can lock up all these criminals,” said the priest in a recent interview with radio YSUCA.
He added: “What happens is that El Salvador, if we don’t educate people, will become a prison, and the president will no longer be president but warden, that is to say, head of a prison, and the prison will be called El Salvador.”
The father also analyzed the results of the polls in which it is reflected that the citizens are happy with the government’s security measures, in the sense that they have had a respite in the issue of murders, gang harassment, and others. However, Chopin states that people only visualize themselves with these measures for a short time.
El Salvador se podría constituir en una cárcel donde el presidente sería el alcaide: padre Vicente Chopin
El Salvador podría convertirse en una cárcel donde el presidente de la República, Nayib Bukele, sea el alcaide (persona que dirige un centro penitenciario). Así lo consideró el padre Vicente Chopin, al analizar las políticas de seguridad implementadas por el gobierno salvadoreño.
El sacerdote se refiere al régimen de excepción que se ejecuta en el país, desde el 27 de marzo pasado, con la justificación de combatir la delincuencia y que, según datos oficiales, ya lleva más de 60,000 presuntos pandilleros capturados. Además, a inicios de diciembre, el mandatario salvadoreño anunció que impondrá cercos militares en las grandes ciudades del país para intensificar la capturas de los delincuentes.
Ante estas medidas de seguridad, el religioso cuestionó ¿qué sigue después de encarcelar a los miles de presuntos delincuentes?
Chopin criticó que las autoridades gubernamentales opten por buscar las soluciones más fáciles e implementar medidas mediáticas, en lugar de apostarle a la educación, prevención o reinserción.
“Es mas fácil reprimir a un delincuente que reinsertarlo, osea tardaría cantidad de tiempo, entonces es más fácil pedir la pena de muerte y decir: aquí termina esto y para qué vamos a gastar en construir más universidades, para qué vamos a gastar en mejorar la educación, si podemos encerrar a todos estos criminales”, dijo el sacerdote en una entrevista reciente con radio YSUCA.
Añadió: “Lo que pasa es que, entonces, El Salvador, sino educamos a las personas, se va a constituir en una cárcel y el presidente ya no va ser presidente sino alcaide, es decir jefe de una prisión y la prisión se va a llamar El Salvador”.
El padre también analizó los resultados de las encuestas en las que se refleja que la ciudadanía se muestra contenta con las medidas de seguridad del gobierno, en el sentido de que han tenido un respiro en el tema de asesinatos, acoso de las pandillas y demás. Sin embargo, Chopin plantea que las personas no se visualizan con estas medidas por largo tiempo.