The mega-prison that the government of Nayib Bukele is building in the municipality of Tecoluca, in the department of San Vicente, is incompatible with the United Nations Standard Minimum Rules for the Treatment of Prisoners, according to a report on human rights violations by the organizations Human Rights Watch and Cristosal published on Wednesday.
“It is a project that contradicts international standards of conditions for detainees,” said Juan Pappier, associate director for the Americas of Human Rights Watch, during the presentation of the report.
The human rights specialist explained that the United Nations Standard Minimum Rules for the Treatment of Prisoners, known as the Mandela Rules, on the treatment that should be guaranteed for persons deprived of their liberty, clearly state that the size of prisons should not be such as to prevent individual and specific treatment for each of the detainees, and the reference figure of 500 detainees per prison.
“Of course, there are prisons in our region or the rest of the world that go beyond 500 detainees, but a prison for 40,000 detainees would be inconsistent and in violation of this principle,” Pappier emphasized.
On July 21, Salvadoran President Nayib Bukele tweeted that the prison being built in the municipality of Tecoluca would have a capacity for 40,000 inmates and would be completed in 60 days.
“Exactly one month ago, I announced the construction of the TERRORISM CONFINEMENT CENTER. This is how its construction is going; it will be ready in 60 days. It will have space for 40,000 terrorists, who will be cut off from the outside world,” reads the tweet published by Bukele on July 21.
However, sources told El Diario de Hoy that the actual prison capacity would be 22,000 and a maximum of 25,000.
If the capacity of that prison were for 20,000 prisoners, it would only be comparable to the largest prison in the United States, the one in Los Angeles County, which according to a report by CNN, houses between 17,000 and 20,000 prisoners.
If Tecoluca were to hold 40,000 inmates, as Bukele has said, it would surpass the Los Angeles prison in California.
“A prison complex designed to hold tens of thousands of people would be incompatible with this international standard,” the Human Rights Watch report states.
Mandela Rule 89, paragraph three, states that it is “desirable to prevent closed prisons from being so overcrowded as to constitute an obstacle to individualized treatment.”
“In some countries, it is considered that the number of prisoners in such establishments should not exceed 500. In open prisons, the number of prisoners should be as small as possible,” adds the United Nations document.
Jaqueline Cruz, a researcher at the Human Rights Institute of the Central American University (IDHUCA), considers that these international measures established under technical regulations apply to any State.
The human rights defender also recalled that the fact that a person is deprived of liberty does not restrict the right to integrity.
Noah Bullok, executive director of Cristosal, stated that the construction of a correctional center such as the one in Zacatecoluca would not solve the problem if it is not accompanied by rehabilitation and violence prevention programs, investment in health and social rights, as well as reparation measures in the communities that have been so hard hit by gang violence.
“The construction of prisons can generate a false sense of security because security is built through public policies and social justice,” said Bullock.
Human Rights Watch: Cárcel de Tecoluca incumple reglas de Naciones Unidas
La megacárcel que el gobierno de Nayib Bukele construye en el municipio de Tecoluca, en el departamento de San Vicente, es incompatible con las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, señala el informe sobre violaciones a derechos humanos de las organizaciones Human Rights Watch y Cristosal publicado el miércoles.
“Es un proyecto que claramente contradice estándares internacionales de condiciones para los detenidos”, expresó Juan Pappier, director asociado para las Américas de Human Right Wacht, durante la presentación del informe.
El especialista en derechos humanos expuso que Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, conocidas como las Reglas de Mandela, sobre el trato que se debe garantizar para las personas que están privadas de libertad, señalan claramente que el tamaño de las cárceles no debe ser tal que impida el trato individual y específico, para cada uno de los detenidos, y la cifra de referencia de 500 detenidos por cárcel.
“Por supuesto que hay cárceles en nuestra región o el resto del mundo que va más allá de los 500 detenidos, pero una cárcel para 40,000 detenidos sería claramente inconsistente y violatoria con este principio”, enfatizó Pappier.
El 21 de julio, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, publicó en Twitter que la prisión que se construye en el municipio de Tecoluca tendrá capacidad para 40,000 reclusos y que estaría terminada en 60 días.
“Hace exactamente un mes, les anunciaba la construcción del CENTRO DE CONFINAMIENTO DEL TERRORISMO. Así va su construcción, estará listo dentro de 60 días. Tendrá espacio para 40,000 terroristas, quienes estarán incomunicados del mundo exterior”, se lee en el tuit publicado por Bukele el 21 de julio.
Sin embargo, fuentes de El Diario de Hoy aseguraron que la capacidad real de esa prisión será de 22,000 y un máximo de 25,000.
Si la capacidad de esa prisión fuera para 20,000 prisioneros, sólo sería equiparable con la prisión más grande de Estados Unidos, la del condado de Los Ángeles, que según consta en un reportaje de la cadena de noticias CNN, alberga entre 17,000 y 20,000 prisioneros.
Obviamente, si en Tecoluca se llegara a recluir a 40,000 reos, como lo ha dicho Bukele, se superaría con creces a la prisión de Los Ángeles, en California.
“Un complejo penitenciario diseñado para albergar a decenas de miles de personas claramente sería incompatible con este estándar internacional”, indica el informe de Human Rights Watch.
El numeral tres de la regla 89 de Mandela considera “conveniente evitar que en los establecimientos penitenciarios de régimen cerrado el número de reclusos sea tan elevado que llegue a constituir un obstáculo para la individualización del tratamiento” .
“En algunos países se considera que el número de reclusos en dichos establecimientos no deberá pasar de 500. En los establecimientos de régimen abierto el número de detenidos deberá ser lo más reducido posible”, agrega el documento de las Naciones Unidas.
Jaqueline Cruz, investigadora del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA), considera que estas medidas internacionales establecidas bajo normativa técnica son aplicables para cualquier Estado.
La defensora de los derechos humanos, además, recordó que el hecho que una persona esté privada de libertad no le restringe el derecho a la integridad.
Noah Bullok, director ejecutivo de Cristosal, manifestó que la construcción de un centro penal como el de Zacatecoluca no va resolver el problema, sino va acompañada de programas de rehabilitación y prevención de violencia, inversión en salud y derechos sociales, así como, medidas reparación en las comunidades que han sido tan golpeadas por la violencia de las pandillas.
“La construcción de cárceles puede generar un falso sentido de seguridad, porque la seguridad se construye a través de políticas públicas y la justicia social”, aseguró Bullock.