Human Rights Watch (HRW) and Cristosal presented yesterday a report that covers the eight months of the exception regime and the human rights violations committed during the measure while concluding that the measures implemented to “attack the gangs” in El Salvador are not adequate because they are not putting an end to what matters, which is “their financing and those who collaborate with them.”
Juanita Goebertus, Americas director for Human Rights Watch, said that according to research conducted over the last few months, they had identified a “vicious circle” that has already happened in other governments but has deepened in the current government administration, and that is that the arrests are concentrated in marginalized sectors where there are gangs and where those captured are not linked to the higher criminal structures.
“These measures are not effective in dismantling the structure because they do not attack their sources of financing, they do not concentrate criminal prosecution on those gang leaders who make the decisions, and they do not break their links with public, civil or security authorities who through corruption networks facilitate their operation,” he emphasized.
He said that by concentrating only on capturing young men who could perform some fungible activity, the gang is not “deconstructed,” Rather, the leaders only choose to recruit new generations.
For this reason, HRW and Cristosal made a series of recommendations to the current government, including constructing a security and justice administration policy to end corruption and prevention measures to avoid recruiting young people by gangs.
In addition, they recommend that the government have a “serious policy of transparency” with precise figures and provide access to data on the measure.
Noah Bullock, executive director of Cristosal, said that the report “demonstrates a pattern of massive human rights violations during the emergency regime; the state during the regime has returned to capturing innocent people, torturing and killing in the name of national security.”
He further emphasized that human rights are not an obstacle to the objectives of citizen security and the prosecution of crimes but oblige states to investigate and dismantle criminal structures.
Tamara Taraciuk, HRW’s deputy director for the Americas, reported that they have requested a meeting with President Nayib Bukele but have yet to receive a response.
Hours after the report’s publication, Pappier cited a news story that argued that HRW recommends the Salvadoran state end the exception regime. President Nayib Bukele quoted the tweet and responded, “No.”
Human Rights Watch: régimen de excepción no ataca finanzas de pandillas
Human Rights Watch (HRW) y Cristosal presentaron ayer un informe que engloba los ocho meses del régimen de excepción y las violaciones a derechos humanos cometidas durante la medida, al mismo tiempo que concluye que las medidas implementadas para “atacar a las pandillas” en El Salvador no son las adecuadas porque no están acabando con lo que realmente importa, que es “su financiamiento y a quiénes colaboran con ellas”.
Juanita Goebertus, directora para las Américas de Human Rights Watch, dijo que de acuerdo a la investigación realizada durante los últimos meses han identificado un “círculo vicioso” que ya ha sucedido en otros gobiernos, pero que se ha profundizado en la actual gestión gubernamental, y es que las capturas están concentradas en sectores marginados donde hay pandillas y donde los capturados no tiene vinculación con las estructuras criminales más altas.
“Estas medidas no son efectivas en desmantelar la estructura porque no atacan sus fuentes de financiación, no concentran la persecución penal en aquellos líderes de las pandillas que toman las decisiones y no rompen sus vínculos con autoridades públicas, civiles o de seguridad que a través de redes de corrupción facilitan su funcionamiento”, enfatizó.
Dijo que al concentrarse solo en las capturas de hombres jóvenes que podrían desempeñar alguna actividad fungible no se “desestructura la pandilla”, sino que los líderes únicamente optan por reclutar nuevas generaciones.
Por ello, HRW y Cristosal realizaron una serie de recomendaciones al gobierno de turno, entre las que subrayan la construcción de una política de seguridad y administración de justicia para acabar con la corrupción y medidas de prevención para evitar el reclutamiento de jóvenes por parte de las pandillas.
Además, recomiendan al gobierno tener una “política seria de transparencia” con cifras claras y proporcionar acceso a los datos de la medida.
Noah Bullock, director ejecutivo de Cristosal, dijo que en el informe “se demuestra un patrón de violaciones de derechos humanos masivas durante el régimen de excepción; el Estado durante el régimen ha vuelto a capturar a personas inocentes, a torturar y matar en el nombre de la seguridad nacional”.
Además hizo hincapié en que los derechos humanos no son un obstáculo para los objetivos de la seguridad ciudadana y la persecución de delitos, sino que obligan a los estados a investigar y desmantelar estructuras criminales.
Tamara Taraciuk, subdirectora para las Américas de HRW, informó que han solicitado una reunión con el presidente, Nayib Bukele pero que aún no han recibido respuesta.
Horas después de la publicación del informe Pappier citó una noticia en la que se sostenía que HRW recomienda al estado salvadoreño que termine con el régimen de excepción y el presidente Nayib Bukele citó el tuit y respondió “No”.