The irrefutable proof that eight minors were innocent and captured arbitrarily is that the Attorney General’s Office (FGR) ordered their release in less than 24 hours.
So say the parents of these minors, who were taken from their homes on Saturday night by elements of the Navy, who broke down the fragile doors of some houses made of recycled tin.
The soldiers broke into the houses without a search warrant, let alone a warrant to arrest those who were their targets: minors between 14 and 17 years of age who, days before, had performed a play on the occasion of the Day of Resistance, formerly known as Day of the Race.
All the minors were taken out of their sleeping bed and told that they “had to accompany them.” When the parents asked why they were being taken, the soldiers did not answer. They put them in a gray pick-up truck and took them to a military post on the San Juan del Gozo Peninsula, a short distance from the Amando Lopez community.
According to relatives of the minors, at the police post in El Zamorán, some policemen commented that “the boys had nothing (no crime), that they had not found them,” and that the soldiers had captured them because they had disliked them.
Testimonies from parents and minors affirm that the police in El Zamorán always treated them well and never received any blows, expressions of violence, or accusations of belonging to gangs.
On the other hand, one of the soldiers insisted that the minors were gang members.
“The one whom I think was the head of the soldiers who went around during the captures mentioned something about the Mara Salvatrucha as if he wanted to intimidate us,” said one of the victims.
Fuerza Naval capturó arbitrariamente y torturó a ocho menores, afirman expertos en derechos humanos
La prueba irrefutable de que ocho menores son inocentes y que fueron capturados arbitrariamente es que la Fiscalía General de la República (FGR) ordenó su libertad en menos de 24 horas.
Eso dicen los padres de estos menores que el sábado en la noche fueron sacados de sus casas por elementos de la Fuerza Naval, quienes derribaron las frágiles puertas de algunas casas hechas de lámina reciclada.
Los soldados irrumpieron en las viviendas sin tener orden judicial de allanamiento y menos de arresto contra quienes eran sus objetivos: menores entre 14 y 17 años que días antes habían representado una obra de teatro en ocasión del Día de la Resistencia, llamado antiguamente Día de la Raza.
A todos los menores los levantaron de la cama donde dormían y les dijeron que “los tenían que acompañar”. Cuando los padres preguntaron por qué se los llevaban, los soldados no respondieron. Los subieron a un pick up gris y se los llevaron para un puesto militar en la Península de San Juan del Gozo, a poca distancia de la comunidad Amando López.
De acuerdo con familiares de los menores, en el puesto policial de El Zamorán, algunos policías comentaron que “los cipotes no tenían nada (ningún delito), que no les habían encontrado” y que los soldados los habían capturado porque les habían caído mal.
Testimonios de los padres de familia y los menores aseguran que los policías de El Zamorán siempre los trataron bien, no recibieron ningún golpe o expresión de violencia o acusaciones de pertenecer a pandillas.
En cambio, uno de los militares insistía en asegurar que los menores eran pandilleros.
“El que creo que era el jefe de los soldados que anduvo en las capturas mencionaba algo sobre la Mara Salvatrucha, como queriendo intimidarnos”, dijo una de las afectadas.