A total of 2,878 human rights violations were reported by the non-governmental organization Cristosal in its fourth report on the emergency regime and its seven extensions.
The report reports at least 80 people who have died in State custody, including a 48-year-old woman, without the authorities assuming responsibility for these deaths.
In this sense, Zaira Navas, legal chief of Cristosal, rejected the declarations of the director of Penal Centers, given on television on Tuesday, in which he affirmed that the people who die inside the prisons because “they suffer up to four morbidities and refuse to receive their treatments.”
According to the data compiled by Cristosal through testimonies of people who were detained, of those who died, “an important number was beaten at the moment of detention; others suffered serious injuries and were not given medical attention and in other cases were victims of abuse and torture inside the prisons.”
Navas explained that the people interviewed related that they witnessed severe punishments by the custodians to the detainees when they entered the prisons. “They welcome them with beatings or extreme beatings,” he assured.
“There is a serious responsibility for these deaths. Cristosal had documented several cases in which people were tortured inside the prison, came out almost dead, and died when they arrived at the hospital,” Navas explained.
For the human rights specialist, the second cause of death is deliberate medical neglect and the lack of provision of medicines. Navas explained that specialized medications (diabetes, hypertension, schizophrenia, renal insufficiency) could not be admitted to the prisons without a medical certificate.
“It is shameful that the director of penal centers says that people do not want to take the medicines,” Navas said.
According to Cristosal, although the regime began on March 27, it was not until mid-May that families were allowed to bring a medical prescription certified by a doctor to enter the medication.
Cristosal denuncia muertes, torturas y abusos de autoridad en el régimen
Un total de 2,878 denuncias de casos de violaciones de derechos humanos contabiliza la organización no gubernamental Cristosal en su cuarto informe sobre el régimen de excepción y sus siete prórrogas.
Los datos del informe dan cuenta de al menos 80 personas que han muerto bajo custodia del Estado, entre ellas una mujer de 48 años, sin que las autoridades asuman la responsabilidad por estas muertes.
En este sentido, Zaira Navas, jefa jurídica de Cristosal, rechazó las declaraciones del director de Centros Penales, brindadas en televisión el martes, en las que afirmó que las personas que mueren dentro de las cárceles es porque “padecen hasta cuatro morbilidades y se niegan a recibir sus tratamientos”.
Según los datos recopilados por Cristosal a través de testimonios de personas que estuvieron detenidas, de los que fallecieron “un número importante fueron golpeados al momento de la detención; otros sufrieron lesiones graves y no se les dio atención médica y en otros casos fueron víctimas de abuso y tortura en el interior de los centros penales”.
Navas explicó que las personas entrevistadas relataron que presenciaron castigos graves de los custodios a los detenidos en el momento de su ingreso en las cárceles. “Les dan la bienvenida con palizas o con vapuleadas extremas”, aseguró.
“Existe una grave responsabilidad por estas muertes. Cristosal ha documentado varios casos en los que las personas fueron torturadas en el interior de la prisión, salieron casi muertas y cuando llegaron al hospital murieron”, explicó Navas.
Para la especialista en derechos humanos, una segunda causa de muerte es la deliberada desatención médica y la falta de provisión de medicamentos. Navas explicó que en los centros penales no se puede ingresar medicamentos especializados (diabetes, hipertensión, esquizofrenia, insuficiencia renal) si no presentan una constancia médica.
“Es vergonzoso que el director de centros penales diga que la gente no quiere tomarse los medicamentos”, dijo Navas.
Según Cristosal, aunque el régimen inició el 27 de marzo, no ha sido hasta mediados de mayo que se ha permitido a las familias que lleven una receta médica certificada por un médico para el ingreso del medicamento.