The families of innocent young people who have been arrested under the emergency regime promoted by the government of Nayib Bukele since the end of last March “are distressed, and we will not leave them alone.”
Cardinal Gregorio Rosa Chávez said this in his homily of the Mass with which the fifth pilgrimage in honor of San Oscar Arnulfo Romero was closed, which took place on August 2 and 3 from the Cathedral of San Salvador to Ciudad Barrios, where the first Salvadoran saint was born.
The prelate reported that a priest from Rome sent the young people of his parish to talk to the town’s elders and, in doing so, returned “happy” from the experience. Then he contrasted that with what happens in the current context where “the elderly and the despised” are less interested and are left out.
Following that, he said: “Young people who listen to me here and in all parts of the world, ‘be real young people, dream,’ says Pope Francis. Don’t let your dreams, hope, and the future be taken away from you.”
In this regard, he added, “that is why it hurts so much to see 40,000 young people or more overcrowded in prisons in El Salvador, treated like animals, with no hope for the future.”
“Duele tanto ver a jóvenes hacinados en cárceles del país, tratados como animales y sin esperanza de futuro”: Cardenal Rosa Chávez
Las familias de jóvenes inocentes que han sido arrestados bajo el régimen de excepción impulsado por el gobierno de Nayib Bukele desde finales de marzo pasado “están angustiadas y no les dejaremos solas”.
Así lo dijo el Cardenal Gregorio Rosa Chávez en su homilía de la misa con la que se clausuró la quinta peregrinación en honor a San Oscar Arnulfo Romero que se realizó este 2 y 3 de agosto desde Catedral de San Salvador hasta Ciudad Barrios, lugar donde nació el primer santo salvadoreño.
El prelado relató que un sacerdote de Roma mandó a los jóvenes de su parroquia a hablar con los ancianos de la localidad y al hacerlo regresaron “felices” de la experiencia. Luego contrastó eso con lo que sucede en el contexto actual en donde “los ancianos y los despreciados” interesan menos y se van dejando fuera.
Seguido de eso expresó: “Jóvenes que me escuchan aquí y en todas partes del mundo, ‘sean jóvenes de verdad, sueñen’, dice el papa Francisco. No dejen que les arrebaten sus sueños, la esperanza y el futuro”.
En relación a eso añadió que “por eso duele tanto ver 40, 000 jóvenes o más hacinados en cárceles de El Salvador, tratados como animales, sin esperanza de futuro”.