“My detention process began on Monday, April 18. I was on my way home to buy tortillas. A police patrol was coming, and I was arrested. While inside the delegation, the officers gave me the police report, in which I was unjustly accused of criminal associations when I had never belonged to any gang. I have never collaborated with them. We were transferred to Mariona’s prison.
I was in cell 22 of sector 5. We were only given breakfast and dinner. Sometimes the food arrived acidic because it was about to rot. There were about 70 people in the cell, and of these at most, 30 or 40 people belonged to gangs. The rest of us were students; some people were farmers and masons. In other words, the entire workforce in the country was held in these penal centers only because they resided in areas belonging to gangs.
We got sick. Many of us got the flu; we coughed up. And we never receive medical attention. Two people died inside the cells while he was there. We realized why people were getting on a stretcher, and the people who went down on those stretchers were covered with a blanket.
Before, I did not distrust the authorities of my country. However, now, I see a patrol car, I see a police officer,and I am afraid, despite not owing anything, despite not being a gang member.
What I would say to people who watch this video outside of El Salvador is not to believe the publicity that the government does. Don’t believe that the amount, that if I’m not mistaken, there are about 35,000 who go to date, (don’t believe) that they are all gang members when that’s not the case.”
“En la celda éramos 70, pero sólo 30 o 40 eran pandilleros”
“Mi proceso de detención dio inicio el lunes 18 de abril. Yo me dirigía de casa a comprar tortillas. Venía una patrulla de agentes policiales y me detuvieron. Estando dentro de la delegación los señores agentes me llevaron el acta policial, en la cual se me acusaba injustamente de agrupaciones ilícitas, cuando jamás he pertenecido a ninguna pandilla. Jamás he colaborado con ellos. Fuimos trasladado hasta el penal de Mariona.
Yo estuve en la celda 22 del sector 5. Únicamente se nos daba desayuno y cena. A veces la comida llegaba ácida porque estaba próxima a podrirse. En la celda habíamos alrededor de 70 personas, y de estas a lo mucho 30 o 40 personas pertenecían a pandillas. Los demás éramos estudiantes, había personas que eran agricultores, albañiles. Es decir, toda la fuerza de trabajo del país estaba recluida en esos centros penales. Únicamente por residir en zonas que pertenecen a pandillas.
Nos enfermamos. A muchos nos dio gripe, nos tos. Y jamás recibimos atención médica. Dos personas fallecieron dentro de las celdas mientras estaba ahí. Nos dimos cuenta porque subían personas con una camilla y las personas que bajaban en esas camillas iban cubiertas con una manta.
Yo antes no desconfiaba de las autoridades de mi país. Sin embargo, ahora, veo una patrulla, veo un agente policial y yo siento miedo, a pesar de no deber nada, a pesar de no ser un pandillero.
Lo que le diría a las personas que vean este video fuera de El Salvador es que no se crean la publicidad que el gobierno hace. No se crean que la cantidad, que si no me equivoco son alrededor de 35,000 los que van hasta la fecha, (no se crean) que todos son pandilleros, cuando eso no es así”.