The economic team of the Government of El Salvador has not made big announcements about how they handle solvency and liquidity stress. At the same time, President Nayib Bukele prioritizes his political agenda from one distraction technique to another. This is part of the conclusions reached by a report from the specialized brokerage agency Amherst Pierpoint.
The document points out that while this has been a successful strategy to keep President Bukele’s popularity rates above 80%; however, this does not clarify the doubts of Eurobond holders about how the payments coming from January 2023 will be made.
The current cash flow management suggests that the Salvadoran Government “continues focused on exhausting financing options” that have not yet crossed either untraditional financing or the disposal of cash deposits.
But he warns that “it is clear that there is no option according to the International Monetary Fund (IMF) despite more than a year of promises.”
It is considered practically impossible for the current Administration to comply with the recommendations of Article IV on issues such as a cumulative fiscal adjustment of 4% of Gross Domestic Product (GDP), the reversal of bitcoin as a legal tender, and criteria of good governance.
Gobierno de El Salvador agota sus opciones de financiamiento
El equipo económico del Gobierno de El Salvador no ha hecho grandes anuncios sobre cómo manejan el estrés de solvencia y liquidez mientras el presidente Nayib Bukele prioriza su agenda política de una técnica de distracción a otra. Este es parte de las conclusiones a las que llega un reporte de la agencia de bolsa especializada Amherst Pierpoint.
El documento señala que si bien esta ha sido una estrategia exitosa para mantener índices de popularidad del presidente Bukele por encima del 80 %; sin embargo, esto no aclara las dudas de los tenedores de los eurobonos sobre cómo se realizarán los pagos que se avecinan a partir de enero de 2023.
La gestión actual del flujo de caja sugiere que el Gobierno salvadoreño “sigue enfocado en agotar las opciones de financiación” que aún no ha cruzado ni a la financiación poco tradicional ni a la disposición de los depósitos de tesorería.
Pero advierte que “está claro que no hay opción de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a pesar de más de un año de promesas”.
Se considera prácticamente imposible que la actual Administración atienda las recomendaciones del Artículo IV en temas como un ajuste fiscal acumulado del 4 % del Producto Interno Bruto (PIB), la reversión de bitcóin como moneda de curso legal y criterios de buena gobernanza.