Little food and water, beatings, overcrowding, unsanitary and the throwing of pepper spray is what this man experienced, in prison, after being captured in the emergency regime and being detained for 30 days.
Luis is one of the few people who have been released after being captured during the emergency regime. He left because his detention was arbitrary, because he had no history or links to gangs. But he still spent almost 30 days at the La Esperanza Penal Center, known as “Mariona”, and although he is afraid to return, he chose not to remain silent and denounce the abuses he suffered.
This employee of various trades described the mistreatment to which he was exposed.
Luis was arrested on May 1 while he was talking with some friends. When the police intercepted him, he asked them to let him show his identity document so that they could check that he had no record, but they took him away without allowing him to defend himself. Then, without going through the initial hearing, he was transferred to the Mariona penal center.
“In the prison we received only four ounces of white rice and one tortilla a day. They didn’t give us anything else to eat. That’s why and because of the psychological stress, I lost more than 20 pounds,” he said.
He also revealed that the prisoners are given little water and that they must remain silent throughout the day, otherwise they are beaten by the custodians.
“They counted us in the morning and when they did they gave each of us a club. They also threw pepper spray at us. I was put in a cell only in boxer and barefoot,” he added.
The cells in the Mariona prison have a capacity to accommodate 12 people. However, Luis said that in his there were more than 80, all captured during the emergency regime.
“It was a dirty, humid place with horrible overcrowding. We didn’t fit, we had to stand and others sitting, while others slept in a very small space,” he said.
Liberado denuncia maltratos al interior de Mariona
Luis es una de las pocas personas que han sido liberadas después de ser capturadas durante el régimen de excepción. Salió porque su detención era arbitraria, porque no tenía antecedentes ni vínculos con pandillas. Pero aún así pasó casi 30 días en el Centro Penal La Esperanza, conocido como “Mariona”, y aunque tiene miedo de volver, optó por no quedarse callado y denunciar los abusos que sufrió.
Este empleado de oficios varios describió los maltratos a los que fue expuesto .
Luis fue detenido el 1 de mayo mientras departía con unos amigos. Cuando los policías lo interceptaron él les pidió que le dejaran mostrar su documento de identidad para que revisaran que no tenía antecedentes, pero se lo llevaron sin permitirle defenderse. Luego, sin pasar por audiencia inicial, lo trasladaron al centro penal de Mariona.
“En el penal recibíamos únicamente cuatro onzas de arroz blanco y una tortilla al día. No nos daban nada más de comer. Por eso y por el estrés psicológico adelgacé más de 20 libras”, aseguró.
También reveló que a los reos les dan poca agua y que deben guardar silencio durante todo el día, de lo contrario son golpeados por los custodios.
“Nos contaban por la mañana y cuando lo hacían nos daban un garrotazo a cada uno. También nos tiraban gas pimienta. A mí me metieron en una celda solo en bóxer y descalzo”, agregó.
Las celdas en el penal de Mariona tienen una capacidad para albergar a 12 personas. Sin embargo, Luis dijo que en la de él habían más de 80, todos capturados durante el régimen de excepción.
“Era un lugar sucio, húmedo y con un hacinamiento horrible. No cabíamos, teníamos que estar parados y otros sentados, mientras otros dormían en un espacio pequeñísimo”, comentó.