The specialized stock exchange agency Amherst Pierpoint warns that the Government of El Salvador is heading towards “financial repression” against local investors in the face of the vital need to obtain sources of financing to cover the payments of their obligations.
A recent report by the agency points out that El Salvador is a unique case due to the restrictions implied by dollarization (without the potential for the monetization of the deficit) and the saturation of domestic financing after two years of “huge fiscal deficits” in 2020 and 2021, in the Bukele administration.
The typical way for cash flow management, says Amherst Pierpoint, is first to exploit all standard financing options (mostly loans from multilateral organizations), then cut current spending (forced cuts or accumulationof internal arrears), and finally, reduce the liquidity stock (central bank deposits).
This does not include other “heterodox financing options (financial repression of domestic investors) or innovative financing (volcanic bonds),” says the agency.
“The next priority could be to the forced repression of domestic investors in pension reform. These would reflect short-term financing strategies that for the most part would only benefit the shortest maturities (of Eurobonds) of 2023 and possibly 2025,” adds Siobhan Morden, head of Fixed Income Strategy at Amherst Pierpont Securities.
Advierten que Gobierno hará “represión financiera”
La agencia de bolsa especializada Amherst Pierpoint advierte que el Gobierno de El Salvador se encamina hacia la “represión financiera”, en contra de los inversores locales ante la fuerte necesidad de obtener fuentes de financiamiento para cubrir los pagos de sus obligaciones.
Un reciente reporte de la agencia señala que El Salvador es un caso único por las restricciones que le implican la dolarización (sin potencial para la monetización del déficit) y la saturación del financiamiento interno después de dos años de “enormes déficits fiscales” en 2020 y 2021, en la administración Bukele.
El camino típico para la gestión del flujo de caja, señala Amherst Pierpoint, es primero explotar todas las opciones de financiamiento estándar (en su mayoría préstamos de organismos multilaterales), luego recortar el gasto corriente (recortes forzados o acumular atrasos internos) y finalmente reducir el stock de liquidez (depósitos del banco central).
“La próxima prioridad podría pasar a la represión forzada de los inversores nacionales en forma de reforma de las pensiones. Estos reflejarían estrategias de financiación a corto plazo que en su mayoría solo beneficiarían a los vencimientos (de los eurobonos) más cortos de 2023 y posiblemente de 2025”, añade Siobhan Morden, jefa de Estrategia de Renta Fija de Amherst Pierpont Valores.