Military and police contingents set up checkpoints and arrest motorists and bus passengers; they enter homes, stir furniture and roofs and take inhabitants; they threaten to arrest and sentence to several years in prison those who break public order; suspend meetings and even Catholic processions; they are helped by whistleblowers or “ears” who take advantage of to point out personal enemies or those who “missees them”…
The film that Salvadorans live in today is the same one that Salvadorans starred in the 70s and 80s, which triggered the 12-year war. Let’s take a look…
State of siege, suspension of constitutional guarantees, emergency regime … this has been called the successive suspensions of civil rights and has given way to abuses, both now and in the past. Just as 40 years ago, those captured indiscriminately are destituted to belong to violent groups and are called “terrorists” without even proving that they are or have committed a crime.
Régimen de excepción, la película que ya habían vivido los salvadoreños
Contingentes de militares y policías montan retenes y detienen a automovilistas y pasajeros de buses; entran a casas, revuelven muebles y techos y se llevan a moradores; amenazan con detener y condenar a varios años de cárcel a quien quebrante el orden público; suspenden las reuniones y hasta las procesiones católicas; se auxilian de delatores u “orejas” que aprovechan para señalar a enemigos personales o a quien “los mire mal”…
Esa película que los salvadoreños están viviendo hoy es la misma que los salvadoreños protagonizaron en los años 70′ y 80′ y que fue el detonante de una guerra de 12 años. Hagamos un repaso…
Estado de sitio, suspensión de garantías constitucionales, régimen de excepción… así se ha venido denominando a las sucesivas suspensiones de derechos civiles y que han dado paso a abusos, tanto ahora como en el pasado. Así como hace 40 años a los capturados indiscriminadamente se les endilga pertenecer a grupos violentos y se les llama “terroristas” sin siquiera haberse probado que lo sean ni que hayan cometido delito.