“After an increase in homicides linked to gangs in March 2022, Bukele successfully managed an emergency regime approved by the Legislative Assembly. This suspended many civil rights, allowed mass arrests, and resulted in human rights abuses,” reads a United States Congressional Investigation Service report.
This has added to the democratic decline caused by the control that the President of the Republic exercises overall state organs, this report circulated this Friday, April 29.
This body, made up of U.S. Congress personnel from both parties, describes Nayib Bukele’s management as populist and adds that he has used social networks for various uses, including attacking his political opponents. In addition, he recalls the blows given on May 1 to the Constitutional Chamber and the Attorney General’s Office and reports on the weakened relationship between the Bukele government and Washington as a result of its “growing authoritarian practices.”
But more recently, he adds the decline in human rights following the declaration of emergency on March 27, which was extended on April 24.
Under this state of suspension of constitutional guarantees, the United States Congressional Investigation Service states that many of those captured in the mass police raids have been subjected to ill-treatment and cannot contact their families.
Régimen de excepción ha resultado en abusos a derechos humanos, dice informe enviado al Congreso de EE. UU.
“Tras un alza de homicidios vinculada a pandillas en marzo de 2022, Bukele exitosamente gestionó un régimen de excepción que aprobó la Asamblea Legislativa. Esto suspendió muchos derechos civiles, permitió capturas masivas y ha resultado en abusos a derechos humanos”, reza un informe del Servicio de Investigaciones del Congreso de Estados Unidos (CRS, por sus siglas en inglés).
Esto se ha sumado al declive democrático provocado por el control que el presidente de la República ejerce sobre todos los órganos de Estado, añade este informe circulado este viernes 29 de abril.
Esta instancia, formada por personal del Congreso estadounidense proveniente de ambos partidos, describe la gestión de Nayib Bukele como populista y añade que ha utilizado las redes sociales para diversos usos, entre ellos el ataque a sus oponentes políticos. Además, recuerda los golpes dados el 1 de mayo a la Sala de lo Constitucional y la Fiscalía General de la República y da cuenta de la debilitada relación entre el gobierno de Bukele con Washington a raíz de sus “crecientes prácticas autoritarias”.
Pero más recientemente, añade el declive en derechos humanos a raíz de la declaratoria de régimen de excepción del pasado 27 de marzo, la cual fue prorrogada el 24 de abril.
Bajo este estado de suspensión de garantías constitucionales, el CRS expone que muchos de los capturados en las redadas masivas de la policía han sido sometidos a malos tratos y han sido incapaces de contactar a sus familias.
El hecho más reciente que señalan es la reforma que establece penas de cárcel a los periodistas que reporten sobre mensajes surgidos de pandillas que puedan generar zozobra y pánico. Esta medida ha sido duramente condenada por instituciones que velan por los derechos humanos y la libertad de prensa dentro y fuera del país.