On the eve of the first month of the emergency regime, Juan Pappier considers that the government of El Salvador has only exacerbated its authoritarian character.
Likewise, the Human Rights Watch researcher believes that betting on heavy-handed measures is not only not an effective measure to reduce crime but also opens the door to numerous abuses of power. He talked about this in an exclusive interview with El Diario de Hoy.
This month, the authoritarian drift of President Nayib Bukele and his government has deepened. On the one hand, it has become evident how he controls all the powers of government and how he intimidates and harasses those who do not submit to his will. On the other hand, the norms that allow the abusive prosecution of journalists have deepened and aggravated. Their tone against civil society, both national, which worries us most, and against international human rights organizations, has worsened.
The allegations have to do with raids, especially in poor neighborhoods of San Salvador and other country areas, where young men are generally arrested massively. They arrest as many as they fit in the police vehicle without an arrest warrant, without telling them why they are being detained, and with stigmatizing comments about their neighborhood.
They are taken to the police facilities wherein we have met several cases, the relatives have been able to see them for a few minutes and give them medicines, and then they are transferred to prisons. Since then, according to reports, family members have completely lost contact with their detained relatives and have not been able to send them the medicines they need. That is the situation we have documented.
Juan Pappier: “Este mes se ha profundizado la deriva autoritaria de Nayib Bukele”
A las puertas del primer mes del régimen de excepción, Juan Pappier considera que el gobierno de El Salvador únicamente ha exacerbado su carácter autoritario. Asimismo, el investigador de Human Rights Watch cree que apostarle a las medidas de mano dura no solo no es una medida efectiva para reducir el crimen, sino que abre la puerta a numerosos abusos de poder. De esto y más conversó en una entrevista exclusiva con El Diario de Hoy.
Este mes se ha profundizado la deriva autoritaria del presidente Nayib Bukele y de su gobierno. Por un lado, ha quedado evidente cómo controla a todos los poderes del gobierno y cómo intimida y acosa a quienes no se sometan a su voluntad. Por otro lado se han profundizado y agravado las normas que permiten perseguir abusivamente a periodistas y ha empeorado su tono contra la sociedad civil, tanto nacional que es lo que más nos preocupa como contra organizaciones internacionales de derechos humanos.
Las denuncias tienen que ver con redadas, sobre todo en barrios humildes de San Salvador y otras zonas del país, donde se detiene de forma masiva en general a hombres jóvenes. Al parecer detienen a tantos como quepan en el vehículo policial sin orden de captura, sin decirles por qué están siendo detenidos, con comentarios estigmatizantes sobre el barrio donde viven.
Se los llevan a las instalaciones policiales donde en varios casos que hemos conocido los familiares han podido verlos unos minutos y darles medicamentos, y luego son trasladados a prisiones. Desde ese momento, según las denuncias, los familiares pierden contacto por completo con sus allegados detenidos y no han podido enviarles los medicamentos que necesitan. Esa es la situación que hemos documentado.