With the hearings held yesterday, almost 4,000 people captured during the emergency regime will continue in pretrial detention decreed by a judge, according to Attorney General Rodolfo Delgado.
All defendants are investigated for the crime of illicit groups. Its process continues despite questions about how these operations have been carried out and the judicial processes.
Yesterday alone, two hearings were held at the Isidro Menéndez Judicial Center, one of them with 150 people. Each lasted less than three hours, and in both, it was decided to grant pretrial detention to all the accused, without exception.
According to the anti-corruption director of CRISTOSAL, Ruth Eleonora López, the accumulation of cases during the emergency regime puts compliance with due process at risk. “Having excessive processing of cases prevents them from properly evaluating each one,” she says.
López points out that cases of people arbitrarily detained are at double risk because the system would be failing to prove signs of the commission of crimes before an arrest.
Jueces ordenan detención provisional sin evaluar casos
Con las audiencias realizadas ayer, casi 4,000 personas capturadas durante el régimen de excepción continuarán en prisión provisional decretada por un juez, según informó el fiscal general Rodolfo Delgado.
Todos los imputados son investigados por el delito de agrupaciones ilícitas. Su proceso continúa pese a los cuestionamientos a las formas en que se han realizado estos operativos y los procesos judiciales.
Solo ayer, en el Centro Judicial Isidro Menéndez se llevaron a cabo dos audiencias, una de ellas con 150 personas. Cada una duró menos de tres horas y en ambas se resolvió otorgar prisión provisional a todos los imputados, sin excepción.
Según la directora anticorrupción de CRISTOSAL, Ruth Eleonora López, la acumulación de casos durante el régimen de excepción pone en riesgo el cumplimiento del debido proceso. “Tener una tramitación excesiva de casos les impide valorar adecuadamente cada uno”, asegura.
López señala que los casos de personas detenidas de forma arbitraria corren doble riesgo porque el sistema estaría fallando en demostrar indicios del cometimiento de delitos previo a una captura.