The honeymoon maintained by the violent gangs of El Salvador with Nayib Bukele has blown up in the last few hours with the murder of 76 people in just two days. According to official figures, to the 14 deaths on Friday are added the 62 of this Saturday, in what is the most violent day in the recent history of the country since the end of the civil war.
Until this bloody weekend, the Bukele government and the three Salvadoran gangs, MS13, La 18, and 18-R, with an ‘army’ of almost 70,000 people dedicated to extortion and homicide throughout the country, maintained a secret pact with the Government that made it possible to reduce violence in El Salvador to levels never seen before. The agreement granted prison privileges and curbed the extradition of leaders, among other benefits, to end the homicides. The pact, insistently denied by Bukele, but revealed by the newspaper El Faro and confirmed by the United States, has allowed him to govern with high popularity rates thanks, among other things, to the security achieved on the streets. Experts are now trying to find out what went wrong or what agreements were breached so that the gangs have reacted in this way. This weekend’s massacre also included a clear message to the president where it hurts the most since one of the bodies was abandoned in Surf City, a tourist complex near the capital. Bukele exhibits himself to the world as the excellent President of a country that operates in Bitcoin.
Bukele asume poderes extraordinarios y declara el estado de excepción para enfrentar la ola de asesinatos en El Salvador
La luna de miel que mantenían las violentas pandillas de El Salvador con Nayib Bukele ha saltado por los aires en las últimas horas con el asesinato de 76 personas en tan solo dos días. A los 14 muertos del viernes se suman los 62 de este sábado, en lo que supone el día más violento en la historia reciente del país desde el fin de la guerra civil, de acuerdo con cifras oficiales.
Hasta este sangriento fin de semana, el gobierno de Bukele y las tres pandillas salvadoreñas, MS13, La 18 y 18-R, con un ‘ejército’ de casi 70.000 personas dedicadas a la extorsión y el homicidio a lo largo de todo el país, mantenía un pacto secreto con el Gobierno que permitió reducir hasta niveles nunca vistos antes la violencia en El Salvador. El acuerdo concedía privilegios carcelarios y frenar la extradición de los líderes, entre otros beneficios, a cambio de terminar con los homicidios. El pacto, negado insistentemente por Bukele, pero revelado por el periódico El Faro y confirmado por Estados Unidos, le ha permitido hasta ahora gobernar con altas tasas de popularidad gracias, entre otras cosas, a la seguridad lograda en las calles. Los expertos tratan de averiguar ahora qué falló o qué acuerdos se incumplieron para que las pandillas hayan reaccionado de esta forma. La matanza de este finde semana incluyó también un claro mensaje al mandatario donde más le duele, ya que uno de los cuerpos fue abandonado en Surf City, un complejo turístico cercano a la capital con el que Bukele se exhibe al mundo como el presidente cool de un país que opera en Bitcoin.