Mr. Zamora, a lawyer, former presidential candidate for the Salvadoran Left (1994) and an ambassador in Washington, states that the Foreign Agents Law presumes criminal actions and is directed against international cooperation and NGOs; the diffuse language of the text, the serious violations to the Constitution, along with the serious consequences if not modified, deserve a careful analysis. In this the first installment of his analysis he presents three:
- Ignorance of the world of international cooperation. There are three categories of organizations operating in the country and this law mixes them up as if they were the same thing, and does it in an unhealthy way, perceiving them as a threat. The first category: organizations formed and led by Salvadorans, which respond do the interests and needs of the Salvadoran society. The only link those national organizations have with international organizations is that they receive grants for the execution of their programs. The second category: a very small number of organizations registered in El Salvador, that are part of international organizations. These organizations are not allowed to intervene in party politics. The third group: foundations or cooperation agencies of other countries, recognized by the Salvadoran government, and their counterpart is the Salvadoran minister of Foreign Relations, not the Interior Department”, that registers the first two categories.
- The only objective that the law makes explicit is “to make people aware of foreign agents that seek to influence public opinion”, the same way “United Nations, the Vatican and international medio do”, according to Mr. Zamora.
- The law contains a clause that is absolutely unconstitutional, because it attributes legislative functions to an agency of the Ministry of the Interior.
LPG: La Ley de Agentes Extranjeros. Seis errores imperdonables (I)
La Ley de Agentes Extranjeros: Errores imperdonables
Rubén Zamora, un abogado, ex-candidato presidencial de la izquierda (1994) y embajador en Washington, afirma que la Ley de Agentes Extranjeros presume acciones delictivas y se dirige contra la cooperación internacional y las ONG; el lenguaje difuso del texto y las serias violaciones a la Constitución que contiene, junto con las graves consecuencias si no se modifican, ameritan analizarlo cuidadosamente. En esta entrega presenta tres:
- El desconocimiento del mundo de la cooperación internacional. Existen tres categorías diferentes de organizaciones que operan en el país y la ley propuesta las mezcla de manera malsana, percibiéndolos como amenaza. Primero, están las organizaciones fundadas por salvadoreños y responden a intereses y necesidades de la sociedad salvadoreña. Su único vínculo es que solicitan fondos a agencias de cooperación y fundaciones extranjeros para sus programas. La segunda categoría son un puñado de organizaciones registrados en El Salvador, pero que son parte de instituciones internacionales. Estas organizaciones tienen prohibido intervenir en asuntos partidarios. Y el tercer grupo son organizaciones o agencias de otros países “reconocidas por nuestro gobierno y que se entienden con el Ministerio de Relaciones Internacionales, no con Gobernación”, como las otras dos categorías.
- El único objetivo que la ley explicita es “que las personas conozcan a los agentes extranjeros que buscan incidir en la opinión pública”, de la misma manera como lo hacen “Naciones Unidas, las organizaciones democráticas del mundo, el Vaticano y la prensa internacional”, según Zamora.
- Contiene un inciso que es absolutamente inconstitucional porque atribuye funciones legislativas a una dependencia de Ministerio de Gobernación.
LPG: La Ley de Agentes Extranjeros. Seis errores imperdonables (I)